Foto: Lopi Gómez
Si hablamos de panchos en la zona norte, inevitablemente tenemos que referirnos a Blancanieves y Coquito, las dos pancherías más tradicionales. Blancanieves, ubicada en pleno centro de Martínez, calle Paunero y Alvear, y Coquito, sobre Belgrano, a metros de la estación del tren Mitre.
Dos tipos de panchos, distintas propuestas, pero conocidas por su calidad familiar. En una esquina del cuadrilátero se encuentra Coquito: ofrece una salchicha con piel de cordero (elaborada casi exclusivamente por Friolim), pan casero, aderezos tradicionales (mayonesa, ketchup, mostaza y salsa golf), coquita de vidrio y el clásico licuado de banana. El valor del pancho es de 38 pesos.
Gustavo Grandinetti es uno de los dueños y en diálogo con Opípara reveló la receta del éxito: “Hemos mantenido durante más de 60 años la misma salchicha, el mismo pan, la calidad es fundamental y después obviamente la tradición a partir de mi abuelo, se va haciendo en familia”.
La histórica tienda de panchos nacida en 1955, se encuentra actualmente atendida por Javier, Adrián, Mario y su hijo Gustavo. De lunes a sábado desde las 7 hasta las 20 se encargan de recibir a incontables visitantes que circulan por la estación y el centro comercial de San Isidro, con el estómago ávido de comida al paso.
En cuanto a la competencia en la zona, Gustavo enfatizó que no encuentra comparación con el resto: “No sé por qué la gente nos compara con Pancho 46 o con Blancanieves, somos distintos”.
Coquito fue visitado por famosos, políticos y grandes deportistas como Los Pumas y el reconocido futbolista Enrique Omar Sívori.
Al otro lado del ring se encuentra Blancanieves, emplazada en Martínez desde 1961. A diferencia de Coquito, este negocio es también conocido por sus helados artesanales y el servicio de catering para fiestas. El local de la calle Paunero 2024 se encuentra abierto de lunes a lunes de 9:30 hasta las 23 horas.
“Blancanieves se define por calidad, atención y el esmero porque siempre estuvo atendido por familia”, explicó Eduardo Tomasi, yerno del dueño.
La receta de su pancho es una salchicha alemana con piel ahumada y pan casero, pero su toque distintivo lo dan las salsas. La especial “Blacanieves” se compone de queso ahumado, panceta y perejil. También ofrecen variedad de queso y cebolla, mostaza con miel, mostaza picante, crema de pepinos, barbacoa, provenzal y curry. El pancho cuesta 40 pesos y por un adicional de 5 pesos podés agregarle la clásica lluvia de papas.
Mucho se preguntarán qué relación tiene el nombre de una princesa con un pancho, Eduardo relató que la idea fue del primer dueño en el año 1948, cercano al estreno de la película de Walt Disney. “El señor tenía tres hijas y una le puso Blancanieves por la princesa y en el antiguo negocio las paredes fueron pintadas con el cuento completo”.
“Conozco Coquito, he comido mucho tiempo porque iba al Colegio Nacional de San Isidro. La competencia siempre está, pero uno trata de esmerarse todo los días un poco más. Cuando vinimos a Martínez no había otros negocios, hoy ya se constituyó un polo gastronómico, eso te ayuda a crecer y a seguir mejorando”, aclaró Eduardo.
Los helados son fundamentales en este negocio, durante el año cuentan con 28 gustos y en el auge de la temporada del verano llegan a ofrecer 36 opciones.
El dato: el ex Puma, Agustín Pichot, es un fanático de la casa y a lo largo de su carrera fue donando camisetas y trofeos al negocio. A modo de compensación, los dueños le dedicaron el gusto de helado “Dulce de Leche Pichot”.
“Somos fieles a nuestro slogan, el secreto queda en familia y pensamos continuar por muchos años más”, concluyó.
Estas dos propuestas no solo sobreviven por la exquisitez de sus productos, es su historia lo que los vuelve únicos y difícilmente los vayas a encontrar vacíos pases a la hora que pases.
#RecomendaciónOpípara Si estás de paso por la zona, tomate 15 minutos para degustar estas clásicas pancherías, disfrutar una buena atención y seguir viaje.