Un estudio publicado por el diario La Nación y elaborado por el Centro Cochrane Argentino IECS revela las zonas del país donde la concentración de arsénico en el agua proveniente de las napas es alta, y de consumirse en el tiempo puede causarle enfermedades, como cáncer, anemia o problemas de la piel.
El informe que indica que 1 de cada 10 argentinos vive en una zona donde el agua está contaminada con arsénico, resalta en el conurbano norte a Vicente López, San Isidro, Tigre y Escobar como distritos donde la concentración de arsénico hallada es alta, lo cual implica un riesgo importante para la salud de aquellos vecinos que al no estar conectados a la red de Aysa, consuman agua de napas.
En la provincia de Buenos Aires, hay 31 localidades con niveles por encima de los 10 microgramos por litro (mcg/l) que aconseja la Organización Mundial de la Salud, de acuerdo con los resultados de la primera revisión de investigaciones y registros de los últimos 15 años. En esos documentos, el 87% de las muestras obtenidas en municipios bonaerenses en ese período superaban los valores seguros para la población.
En América latina, por lo menos más de una decena de países comparten el problema, con unos 14 millones de personas en riesgo por la falta de plantas de tratamiento y distribución de agua segura para el consumo. "Las zonas más críticas están en la Argentina, Chile y México. Se estima que la población que vive en áreas con agua contaminada con arsénico en la Argentina alcanza a los cuatro millones de personas", publica en la revista Science of the Total Environment el equipo del instituto designado Centro Cochrane Argentina.
La arsenicosis o hidroarsenicismo crónico regional endémico (hacre) es la intoxicación causada por el consumo de agua con valores superiores a los recomendados. El 10% de los argentinos viviría expuesto a esa amenaza hídrica sin color ni sabor.
Un 2,6% de la población ya padece arsenicosis. Reside, principalmente, en el norte de La Pampa, el este de Tucumán, 31 localidades de la provincia de Buenos Aires y el sur/sudeste de Córdoba, Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero y Salta, de acuerdo con el análisis de muestras de sangre u orina, el hisopado bucal o el examen de la piel de habitantes con seis meses o más de residencia en esas zonas.
"El arsénico es un enemigo invisible porque es un elemento de origen natural que está en la corteza terrestre", explica Ariel Bardach, investigador del Centro Cochrane Argentino IECS. Eso, según continúa, hace que las aguas subterráneas y superficiales del planeta estén contaminadas por esa sustancia.