Caso García Belsunce: Carrascosa será particular damnificado en un juicio contra Nicolás Pachelo

Tras su absolución en 2020, y a 19 años de la muerte de su esposa, ahora el viudo de María Marta García Belsunce enfrentará cara a cara en el tercer juicio por el caso a su ex vecino y a dos vigiladores del country El Carmel de Pilar.

Carlos Carrascosa Garcia Belsunce Pilar

A 19 años del homicidio de su esposa María Marta García Belsunce, luego de haber pasado siete años preso y de haber sido absuelto de manera definitiva recién a fines de 2020, el viudo Carlos Carrascosa finalmente fue aceptado como particular damnificado en la causa y enfrentará cara a cara como acusador a Nicolás Pachelo y dos exvigiladores del country El Carmel de Pilar en el futuro juicio que aún no tiene fecha de inicio.

Luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación lo absolviera en forma definitiva en diciembre de 2020, Carrascosa (76) presentó en el expediente un pedido para poder sumarse a su cuñada María Laura García Belsunce, como particular damnificado.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, que será el encargado de realizar el tercer juicio por el caso, rechazó el planteo del exagente de bolsa, pero el abogado de la familia, Gustavo Hechem, apeló esa resolución.

Finalmente, la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro, revocó la decisión del TOC 4 y ordenó que Carrascosa sea tenido en cuenta como particular damnificado, en una resolución fechada el 17 de agosto último y a la que accedió Télam.

Los camaristas consideraron que la decisión del TOC 4 había sido arbitraria y le dieron la razón al planteo del abogado Hechem en cuanto a que el viudo fue impedido desde un principio de ser querellante porque estuvo sospechado y luego imputado, pero que ahora, al estar absuelto, tiene derecho de serlo por haber sido el principal damnificado por el asesinato de su esposa.

De esta manera, tras 19 años en los que primero fue sospechoso, luego imputado, detenido, excarcelado, juzgado, condenado primero por encubrimiento y luego a perpetua como autor del homicidio, pasar siete años preso (de 2009 a 2015 en un penal y un año más en prisión domiciliaria), recuperar su libertad en 2016 y ser absuelto de manera definitiva en 2020, ahora Carrascosa fue tomado en cuenta como víctima en este proceso.

Así, en el futuro y tercer juicio oral que se haga por el caso, estará del lado opuesto al banquillo de los acusados que lo tuvo sentado en 2007 en los tribunales de San Isidro y podrá ser junto a la fiscalía un acusador más contra su ex vecino Pachelo (45), y los dos ex empleados de seguridad Norberto Glennon (56) y José Ramón Alejandro Ortiz (44), los tres imputados por el crimen.

La acusación es por "robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado", con pena de prisión perpetua, y la hipótesis que intentarán demostrar los fiscales Andrés Quintana y Matías López Vidal en este debate es que aquel 27 de octubre de 2002 María Marta fue ejecutada a balazos cuando sorprendió a ladrones dentro de su casa.

La clave de la imputación fue la nueva hora del crimen de María Marta fijada a las 18.30 por un forense y que ubica ese día a Pachelo en Carmel entre las 17.34 y las 18.59, cuando se retiró 29 minutos después de cometido el asesinato.

Los tres por entonces adolescentes que lo vieron trotando cerca de María Marta cuando la mujer se dirigía a su casa y el hecho de que Pachelo tenía antecedentes por robos y de la casa del matrimonio Carrascosa-García Belsunce faltó una caja metálica donde la víctima guardaba dinero, chequeras y la llave de una caja de seguridad de la asociación benéfica que dirigía, son otros elementos de cargo mencionados por la fiscalía.

Fuentes judiciales indicaron a Télam que lo más probable es que este debate recién se realice el año que viene, y que el problema de la dilación en los juicios lo provocó la pandemia del coronavirus. "La sala del tribunal tiene 21 metros cuadrados donde, por cuestiones de protocolo sanitario, no puede haber más de diez personas", dijo a esa agencia una fuente de los tribunales de San Isidro.

Por ello, la misma fuente indicó que para un juicio como el del caso García Belsunce, que durará seis meses y debe realizarse de manera presencial, con o sin pandemia, se necesita la sala amplia del entrepiso del edificio de la calle Ituzaingó 340, que está saturada de pedidos de los siete tribunales orales del departamento judicial San Isidro.

Pero antes de encarar el debate por el homicidio de la socióloga en el country Carmel, el mismo TOC 4 juzgará a Pachelo en la causa que desde 2018 lo tiene preso en la Unidad 23 de Florencio Varela y en la que está imputado de haber cometido ocho robos en los countries Nordelta de Tigre, Abril de Hudson y Tortugas de Pilar.

Al cumplirse el 7 de abril pasado, tres años de su prisión preventiva sin haber sido juzgado, su abogado, Roberto Ribas, pidió la libertad Pachelo, pero el planteo fue rechazado y ahora insiste con un pedido de prisión morigerada.

La socióloga García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su chalet del country Carmel de Pilar, con su cuerpo semisumergido en la bañera y su marido Carrascosa declaró siempre que él pensó que había sufrido un "accidente" y se había golpeado la cabeza contra una viga del techo y las canillas.

La autopsia practicada a 36 días del hecho comprobó que había sido asesinada de seis balazos en el cráneo, cinco de los cuales penetraron en el cráneo y el sexto le rebotó, con un arma calibre .32 largo.

El fiscal original del caso, Diego Molina Pico, siempre tuvo la convicción de que Carrascosa y otros familiares fueron los asesinos y encubridores y por ello los imputó y llevó a juicio, pero el fallo de la Casación bonaerense que absolvió al viudo en 2016, y que quedó firme en 2020, destacó graves irregularidades en la investigación del funcionario judicial.

El caso tiene una serie de enigmas jamás resueltos: el arma homicida nunca apareció y hay tres misteriosos ADN de dos hombres y una mujer nunca identificados, cuyos rastros de sangre quedaron en una pared de la escena del crimen.