El juicio por el asesinato en Tigre de Nancy Fernández, perteneciente a la comunidad Qom Yecthakay, comenzó este martes 3 de septiembre, a 10 años del hecho. La mujer fue asesinada en 2014, un año después de que su hija Micaela de 14 años apareciera muerta, mientras exigía justicia y denunciaba presuntas redes de trata.
La jueza María Cohelo y los jueces Marcelo Gaig y Alejandro Lago, del Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de San Isidro, estarán a cargo del juicio que tiene como único imputado a Juan Carlos Corvalán, quien estaba prófugo hasta principios junio del año pasado cuando fue capturado. Sobre él pesa la carátula de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género (femicidio) y hurto.
El juicio se extenderá hasta el 6 de septiembre. Las audiencias comienzan a las 10 en la sede judicial, ubicada en la avenida Centenario 460. En las puertas del Tribunal se congregarán durante los cuatro días organizaciones de pueblos originarios, feministas, sociales y políticas, junto a familiares de víctimas de femicidio, transfemicidio y trata de personas de la zona norte, como las familias de Luna Ortiz, Viviana Altamirano y Sofía Fernández.
Nancy Fernández fue víctima de femicidio y Corvalán fue detenido en el barrio Las Tunas de la localidad de General Pacheco, a mediados de 2013 luego de un operativo de la Policía Federal Argentina (PFA). La clave de los investigadores para identificarlo fueron una muestra de ADN y el teléfono celular de la víctima.
los investigadores de la PFA, a quienes les fue encomendada la pesquisa en 2020, determinaron que la víctima ejercía la prostitución en su domicilio y que un tal “Willy” era un cliente asiduo de la mujer, integrante de la comunidad Qom Yecthakay del partido de Tigre.
De acuerdo a lo que indicaron fuentes de la PFA a agencia Télam tras la detención, la víctima podría haber ejercido la prostitución en su domicilio y tenía a Corvalán como cliente. En una de esas ocasiones, el 2 de mayo de 2014, el sujeto habría sido rechazado por Fernández, e ingresó a la habitación de la mujer por la fuerza. Allí, el cuerpo de la mujer fue encontrado semidesnudo y con signos de asfixia.
El cotejo de ADN entre Corvalán y las muestras de semen que había en el cuerpo de Fernández fue realizado por la fiscal de Vicente López Marcela Semería. El resultado fue positivo y desde ese entonces el hombre está procesado.
Lisette Fernández, hija de Nancy de 23 años, continúa reclamando que también sea investigada como homicidio la muerte de su hermana Micaela (14), que fue hallada sin vida en la casa de su supuesta pareja, Dante "Pato" Cenizo, con un disparo en la cabeza, en febrero de 2013. Para la Justicia se trató de un suicidio, pero la joven sostiene que su madre y su hermana fueron víctimas de homicidios vinculados a una red de trata de personas.
Según el testimonio de Lissette, cuando Micaela desapareció en 2013, su madre, Nancy, fue a la comisaría sexta de El Talar a denunciar el hecho y "la trataron de loca y no le tomaron la denuncia". Días después, Micaela reapareció golpeada, con heridas en la cara, el pelo cortado brutalmente. "Contó que la habían llevado a una casa donde fue abusada por varios hombres", dijo Lisette.
En ese momento, Nancy de nuevo buscó hacer una denuncia, pero terminó detenida. En febrero de ese año, Micaela apareció muerta en la casa de Cenizo. Un año después de esa muerte, el 2 de mayo de 2014, Nancy fue encontrada asesinada. Para investigar este crimen se abrió la causa por “homicidio” que actualmente llegó a juicio.
Tanto Nancy como Micaela pertenecían al pueblo Qom. Eugenio Fernández, el padre de Nancy y abuelo de Lisette y Micaela, era un activista por los derechos de los pueblos originarios.
