El arquero de Los Murciélagos es vecino de Escobar y un ejemplo de superación. De joven debió dejar el deporte por una lesión, pero el destino lo cruzó con el fútbol para ciegos y se convirtió en el histórico defensor del arco de la Selección Argentina, Los Murciélagos, con la que ganó varias medallas.
Se trata de Darío Lencina, que comenzó su carrera a los 11 años en Defensores de Escobar y a los 12 fue llamado por el club Villa Dálmine de Campana, allí se quedó hasta los 18 años cuando debió dejar el deporte.
“Tuve una lesión en la quinta vértebra lumbar que me alejó entre seis y ocho meses de las canchas y no volví a ser el mismo. Muchas puertas que se me habían abierto en su momento veía que se me empezaban a cerrar y me sentía un poco con la edad avanzada para hacer carrera, fue dura la decisión pero la tomé y me quería dedicar a estudiar”, contó el escobarense en una entrevista exclusiva con QUE PASA.
Un mediodía, cuando parecía que su relación con el deporte había terminado, llegó su padre para preguntarle si le gustaría atajar en un equipo escobarense de fútbol para ciegos. Darío se acercó por curiosidad, para probar algo nuevo o no dejar de realizar actividad física y se quedó en ese mundo para siempre, sin imaginar en quien se convertiría pocos años después.
“Nunca me imaginé que iba a desencadenar todo esto. No se me había ocurrido nunca ni siquiera tomar un avión y menos para salir afuera a representar a mí país”. Sin embargo, primero debió adaptarse ya que pasó de ser volante central a arquero, pero nada lo frenó y se unió al equipo de Boca del Tigre con el que tuvo su primer partido de visita a Comunicaciones.
"CUANDO COMPETIMOS LOS MURCIÉLAGOS, EN REALIDAD VA TODO EL PUEBLO ARGENTINO"
En el 2000, tras dos años en la liga, se presentó a una convocatoria para cubrir el arco del seleccionado nacional, fue elegido y comenzó a representar al país en decenas de competencias. “Es un orgullo muy grande, una satisfacción que va de la mano con el compromiso, la responsabilidad y se que en cada uno de nosotros va una parte de nuestro país. Vamos Los Murciélagos pero en realidad va todo un pueblo argentino, nos conozcan o no. Así lo tomamos tanto el equipo como yo”, aseguró.
Poco pasó cuando empezaron los grandes triunfos y medallas obtenidas por el escobarense. Campeón mundial en 2002, 2006 y subcampeón en 2014; campeón de América en 2005 y subcampeón en 2001; dos medallas de plata en los Juegos Parapanamericanos, plata paralímpica en 2004, bronce en 2008 y la más reciente: plata en Tokio 2021. También fue partícipe del vestuario en el que se propuso el nombre Los Murciélagos para llevar un nombre de animal al igual que las Leonas, las panteras o los Pumas.
El futbolista admitió: “Lo que me queda es ganar la medalla de oro en unos Juegos, quedó cerca este torneo, es un anhelo que tenemos desde hace muchos años, nos hemos preparado para eso en estos juegos y no se dio, pero eso retroalimenta para el que le toque estar en París 2024”.
Hoy, con 41 años, el arquero asegura que si hace una reflexión profunda y piensa en el futuro le vienen “un montón de sensaciones” ya que, a pesar de que sabe que la edad suele ser un condicionante para los deportistas, se sintió “bien, activo, ágil y que puedo colaborar en esa etapa en la última competencia”. “Es difícil, uno le va a poner su garra y su empeño pero va a depender de más factores. Si Dios quiere ojalá pueda seguir dando batalla en el puesto y si no es así estoy re agradecido del lugar en el que me toque estar”, agregó.
Además del fútbol, el escobarense tiene otras pasiones. Entre ellas la pesca, una de las actividades en las que primero piensa cuando vuelve al distrito luego de las competencias internacionales. En ese sentido contó: “Es algo que mí papá desde chico me inculcó y era un amor que teníamos juntos. Me gusta ir a cualquier lado, por el río Paraná de Escobar o donde haya un río, allá voy”.
Mientras tanto, ya que el deporte que practica aún no es remunerado, Lencina se dedica a la educación. Recibido de profesor de Educación Física y tras años de docencia, hoy es el vicedirector del colegio Hijas de Cristo Rey en la localidad de Garín.
Su paso por los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021
Sobre cómo vivió su paso por la competencia internacional que tuvo lugar del 24 de agosto al 5 de septiembre y en el que Argentina perdió la final frente a Brasil, Lencina explicó que lo disfrutó como si hubiera sido el primero: “En el primero era re inconsciente. No sabía ni dónde estaba y este año lo disfruté así, al máximo y en la final me divertí. Me lo propuse porque uno nunca sabe cuándo va a ser la última vez así que lo tome de esa manera desde el primer minuto que llegué hasta el último en el que me fui”.
“Lógicamente en el medio tuve nervios e imprevistos como por ejemplo en el segundo partido que tuve un golpe, me lesioné y no pude seguir atajando durante dos partidos. Ahí sí la pasé mal porque no sé si voy a estar en el próximo juego y estando ahí, saber que no podía jugarlo era un bajón, pero por suerte me recuperé y el técnico me dio la confianza para jugar la final, la acepté, la agarré y me hice cargo de la situación”, recordó.
Al volver a Escobar, se encontró con los vecinos del barrio en la puerta de su casa esperándolo para aplaudirlo y felicitarlo, lo cual asegura fue “hermoso e inesperado”. Y agregó: “Fue un juego que se viralizó muchísimo, no siempre fue así y eso toma una magnitud que uno no se da cuenta porque no está acostumbrado. Está bueno que sepan que el pueblo de Escobar tiene alguien que representa a cada uno de los escobarenses como así también a los argentinos en general”.
Su carrera como técnico
Luego de pasar diez años dirigiendo a la categoría formativa de Los Murcielaguitos, Lencina recibió la propuesta para ser el DT de la Selección femenina de fútbol para ciegos. Al respecto, admitió: “Me gustan los desafíos sobre todo los que no tienen techo”.
“Hay un plantel de 20 jugadoras y estamos preparándonos para futuras competencias. Teníamos el mundial en noviembre pero se suspendió y la próxima cita será la copa América 2022 con un equipo que está creciendo, desarrollando y se tiene que empezar a dar a conocer que existe esta especialidad en el deporte para ciegos así que tenemos ese lema para avanzar con mí equipo de trabajo”, sumó.
Además, asegura que aún no se detuvo a pensar sobre una futura tecnicatura en el Seleccionado masculino: “Todavía pienso como jugador. Después de la final y de cómo me sentí, la verdad es que no me despedí”.
