Este jueves, desde la Dirección de Epidemiología de la provincia de Buenos Aires, ampliaron la declaración del brote de dengue a 23 municipios (el último boletín epidemiológico bonaerense al 10 de febrero había informado que eran 17 los afectados). Entre ellos, se encuentra San Isidro.
Ante esta situación, desde QUE PASA dialogamos con Bárbara Broese, infectóloga del Hospital Central de San Isidro, quien explicó que la declaración de brote está vinculado a que "ya hay circulación autóctona declarada de la enfermedad, no tienen que ver con casos importados como en un principio, sino que el vector está entre nosotros". "Hay que recordar que la transmisión del dengue no es de persona a persona, sino que hay un intermediario que es el mosquito Aedes Aegypti, que está entre nosotros y por eso aumentan los casos: no vienen ni de Brasil, ni de ningún otro lado de alguien que haya viajado", dijo.
Por otro lado, Broese diferenció la invasión de mosquitos que desde el pasado fin de semana se vive en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) de los aumentos en los casos de dengue. "No se trata de la especie que transmite el dengue. La especie de la invasión es el Aedes Albifasciatus y al ser mosquitos de campo tienen la facilidad de hasta traspasar la ropa para picarnos. Eventualmente pueden transmitir la encefalitis equina", detalló.
Broese repasó además las medidas de prevención de la enfermedad que pueden tomarse desde el hogar. "El mosquito del dengue tiene hábitos domiciliarios y las medidas van principalmente evitando que se propague el mosquito. Esto es eliminar todos los recipientes, porque hasta una tapita de gaseosa que se llena de agua puede ser un criadero. Lugar en el que se acumula agua es un lugar que tenemos que dar vuelta y limpiar",
Además, sumó la importancia de la utilización de repelente, de ropa clara y liviana que cubra la mayor parte del cuerpo. "El mosquito va hacia los colores oscuros y hay que evitarlos".
"Quien tenga dengue debe cumplir con un aislamiento entomológico, porque el mosquito pica a una persona en periodo de viremia, cuando la persona tiene fiebre, que son los primeros cinco o siete días de la enfermedad. Esto tiene que ver no con quedarse en casa, sino también con que esa persona que está cursando la enfermedad utilice repelente y protección para que evitar que el mosquito lo pique y contagie a otra persona", explicó Broese.
En relación a los síntomas a los que deben estar atentas las personas para concurrir al médico, Broese definió como los principales la fiebre alta, dolor muscular intenso, dolor detrás de los ojos (retroocular), cefalea, erupciones en el cuerpo, diarrea y vómitos. "Tenemos que tener especial cuidado, porque puede tratarse de un dengue grave, si sangra alguna parte del cuerpo (encías, aumento del sangrado menstrual), hay dolor abdominal intenso, o aparecen puntos rojos en la piel, que los médicos llamamos petequias. Ahí la consulta debe ser inmediata", alertó la infectóloga.
Broese también aclaró que las personas pueden contagiarse de dengue grave ante la primera picadura del mosquito. "Algunos piensan que la primera vez que los pican tienen otra chance, pero no siempre es así. En la segunda vez que te contagias, existe un fenómeno que se llama hipersensibilidad a los anticuerpos: el dengue tiene cuatro serotipos, nosotros nos contagiamos de uno. Si nosotros nos contagiamos con un serotipo diferente la segunda vez, no vamos a tener inmunidad."
Por último, la especialista se refirió a la utilización de la vacuna contra el dengue. "Hay una actualmente disponible, que es segura y eficaz. Tiene un 65% de eficacia para casos sintomáticos y arriba del 80% para casos graves y fatales. Es una vacuna que son dos dosis separadas por tres meses, está aprobada por Anmat en niños mayores de 4 años y se usa en varios países del mundo. El tema es que es una vacuna cara: está cerca de $80 mil la dosis y no está incluida en el calendario nacional de vacunación", puntualizó.
"Si se siguen disminuyendo los periodos interepidemia, vamos a tener que plantearnos en algún momento ponerlas en el calendario, porque no todo el mundo puede acceder. Hasta el momento no se la pueden aplicar ni las embarazadas ni los pacientes inmunocomprometidos", cerró.