"Si diez años después, te vuelvo a encontrar, en algún lugar, no te olvides que soy, distinto de aquel, pero casi igual". La canción de Los Rodríguez interpretada por el célebre Andrés Calamaro representa perfectamente el regreso de Matías Pisano a Chacarita, el club que lo vio nacer y con el que buscará el soñado ascenso a Primera División.
El delantero pegó la vuelta a San Martín después de una década en la que vistió las camisetas de Independiente de Avellaneda (clave en el sufrido ascenso obtenido en la B Nacional 2013/2014), Cruzeiro, Tijuana, América de Cali, Argentinos Juniors y Aldosivi de Mar del Plata, entre otros.
Su último partido con la tricolor data del 25 de mayo del 2013, por la última fecha de la B Metropolitana 2012/13, cuando el Funebrero, en ese entonces dirigido tácticamente por Carlos Fernando Navarro Montoya, cayó 3-0 ante Almagro en José Ingenieros y quedó afuera del ingreso al reducido.
Pese a que aquella historia tuvo un desenlace triste, la realidad que impera actualmente es muy diferente. Chacarita está primero en la principal categoría del ascenso y con serias posibilidades de pegar el zarpazo y regresar a la Liga Profesional de Fútbol (LPF) después de cinco años.
La llegada de Juguete se dio de forma inesperada. Porque si bien a esta altura del torneo ya no se permiten realizar incorporaciones, arribó en calidad de "libre" por falta de pago con su último equipo, el Palmaflor del fútbol boliviano.
De acuerdo a lo que informaron desde la Comisión Directiva, Pisano rubricó su contrato hasta el 31 de diciembre del corriente año, para jugar los cuatro partidos restantes y luego lo que surja: la anhelada final o el reducido.
Este mismo miércoles comenzó a entrenarse bajos las órdenes de Aníbal Biggeri, de cara al duelo del sábado 23 de septiembre ante Quilmes en San Martín, donde se verá si estará en condiciones para integrar la lista.