Honrar las deudas, una política de Estado

El concejal Leandro Martín opina sobre la decisión del gobierno nacional de reabrir el canje con tenedores de Bonos de deuda externa.


Leandro Martín



Con la intención de honrar las deudas que tiene el país con los tenedores de Bonos que han sido reestructurados en los canjes de deuda del 2005 y 2010, la Presidenta anunció el cambio de esos mismos bonos por otros de igual valía pero con la diferencia que estos serán liquidados en el país y no en el exterior para evitar cualquier perjuicio que pudieran tener esos fondos por el fallo adverso de la Cámara de Apelaciones de Nueva York a favor del reclamo voraz de los denominados “Fondos Buitres”.

Más allá de todo análisis concreto sobre esta situación en particular, debemos coincidir que desde el año 2003, el Estado argentino cumplió con cada uno de sus compromisos de deuda financiera, utilizando la impensable herramienta de hacerlo con recursos propios y genuinos, sin necesidad de endeudarse como lo hemos hecho a lo largo de nuestra historia donde los únicos beneficiarios fueron los Bancos e intermediarios financieros a costa del trabajo y la dignidad de nuestra gente.

Este anuncio de la Presidenta junto a la intención de reabrir el canje para ese 7% de acreedores que habían quedado afuera de las aperturas del 2005 y 2010, da muestras sobre la seguridad jurídica que hay en nuestro país, a pesar de los agoreros externos y de los tristemente internos que apuestan a que este gobierno le vaya mal y así poder restaurar las prácticas que fueron tan nocivas para nuestro pueblo.

Desde ya deploramos los intentos usureros de los “fondos Buitres” que utilizan todo tipo de presiones para condicionar a gobiernos como es el caso de la Argentina o que utilizan a otros para tomar decisiones en contra de acuerdos internacionales como fue el caso de la retención indebida de la Fragata Libertad en un puerto de Ghana.

De una vez por todas, los argentinos debemos defender todo aquello que fortalezca nuestra soberanía; los fondos “buitres” no distinguen el color político de quien gobierne en nuestro país, ni les interesa el bienestar de los argentinos, son corporaciones apátridas que no le rinden cuentas a nadie ni tienen reparo ético y moral alguno.

Sigamos sosteniendo esta decisión soberana de desendeudamiento y de cumplimiento de nuestras obligaciones, porque esta actitud de responsabilidad colectiva es la verdadera forma de inclusión en el mundo y no el endeudamiento irracional para el pago de deuda.