Una mujer de treinta años fue detenida este martes acusada de haber asesinado a puñaladas a su hijo de 11 y herido a su hija de 6 años de edad, tras una aparente discusión con su pareja, en la localidad de Villa Rosa, partido de Pilar.
El hecho ocurrió esta mañana en una vivienda de la calle De la Cárcova al 2200 de la mencionada localidad del norte del conurbano, y la mujer fue detenida por policías que llegaron al lugar y la encontraron aún con el cuchillo que había utilizado para concretar el ataque en la mano, indicaron fuentes policiales a Télam.
Esta tarde, personal de la comisaría 6° de Pilar, peritos de Policía Científica y el fiscal de turno, Andrés Quintana, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de ese distrito, permanecían en el lugar realizando peritajes.
El episodio fue descubierto cuando dos policías que recorrían la zona a bordo de un patrullero vieron a la niña de 9 años herida y ensangrentada pidiendo ayuda en la calle. Los efectivos pidieron apoyo y entraron al predio, donde hay dos viviendas, una en el frente, donde vive el suegro de la imputada, un hombre de 75 años, y la del fondo donde encontraron a la mujer con una cuchilla en su mano y múltiples manchas de sangre en su ropa, manos y rostro, junto a su hijo de 11 años asesinado.
Según las fuentes, la mujer estuvo un tiempo encerrada, hasta que al lugar también llegó su marido, un albañil que trabajaba en un country de la zona, que le abrió la puerta a los policías para que pudieran dialogar un rato con la imputada hasta que lograron desarmarla y reducirla.
En una declaración informal, carente de valor judicial, la mujer le dijo a los policías que "un pájaro me dijo que los mate a todos y que me mate". Además, las fuentes judiciales mencionaron que la medre justificó el asesinato de su hijo debido a que "iba a ser llevado a un templo Umbanda".
Si bien el fiscal Quintana esperará el informe de la autopsia, los médicos que revisaron las escena del crimen vieron que el niño asesinado de 11 años presentaba heridas de arma blanca en el pecho, el cuello y la cabeza.
En el caso de la niña de 9 años, también tenía heridas de arma blanca en su pecho, piernas y brazos por las cuales tuvo que ser traslada por personal policial a un centro de salud y de allí será derivada al hospital Sanguinetti, donde quedará internada.
Respecto a la mujer detenida, las fuentes explicaron que fue trasladada también al hospital Sanguinetti, donde fue revisada y entrevistada por peritos que determinaron que, en principio, presentaba "riesgo cierto e inminente para si y terceros". De todas formas, se aguardarán distintos peritajes y es probable que, luego, sea derivada a un centro de salud mental, donde quedará alojada con custodia policial. Los investigadores consultaron a otros familiares sobre la salud mental de la detenida y todos coincidieron en que tenía problemas psiquiátricos pero que no se trataba ni tomaba medicación.
Fuentes judiciales indicaron que el fiscal Quintana todavía buscan esclarecer el móvil del filicidio y del ataque de la mujer contra su hija, pero ya ordenó que los peritos evalúen su salud mental, mientras fue imputada por “homicidio y lesiones agravadas por el vínculo", delitos que prevén prisión perpetua.
