La pirotecnia va camino a dejar de emparentarse con las fiestas de fin de año, no sólo por la decisión por parte de las autoridades de suspender la fabricación de algún tipo de estos productos, sino también por una connotación social. En comparación con otros tiempos, es notoria la baja de consumo que se ve año tras año en la gente cuando llega la época festiva.
Sin embargo, aún hay quienes insisten en comercializar estos productos que afectan a las personas con Trastorno de Espectro Autista (TEA) y a los animales. En cuatro locales de la localidad de Ciudadela, partido de Tres de Febrero, efectivos de la Policía Federal incautaron una gran cantidad de pirotecnia por un valor de $31 millones.
Los procedimientos estuvieron a cargo de agentes federales del Departamento de armas y explosivos, quienes en concordancia con la Agencia Nacional de Materiales Controlados, en el marco del Convenio de Cooperación, individualizaron y verificaron comercios de la zona oeste que se dedicaban a la venta de estos productos.
Los operativos se realizaron en cuatro comercios de Ciudadela y, según informaron fuentes policiales, se constató que la pirotecnia allí presente no reunía los requisitos establecidos para su comercialización y almacenamiento, de acuerdo a la normativa vigente.
Así, se procedió a la incautación de 1058 bultos que en su interior contenían todo tipo de fuegos de artificio, cuyo valor aproximado supera los 31.000.000 de pesos. La mercadería incautada fue trasladada a distintos depósitos designados por la ANMAC para su resguardo preventivo y posterior disposición.
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