El polo gastronómico del bajo de San Isidro es sin dudas uno de los más concurridos de la región. Tanto los sábados y domingos como también durante la semana, abundan las propuestas y, con ellas, la llegada de gente a los bares y restaurantes de la zona.
Ante la gran cantidad de gente que se instala en la zona, un problema que se volvió frecuente es que allí se instalen cuidacoches, comúnmente denominados "trapitos", que cobran por el estacionamiento en la vía pública.
Aunque no es algo excluyente de San Isidro, en este caso el Municipio decidió intensificar los operativos en el polo gastronómico como respuesta a reiteradas denuncias de vecinos a quienes se les exige tarifas fijas a la hora de estacionar, que pueden llegar a los $250.
"El objetivo de estos operativos a cargo de la patrulla municipal es ponerle un freno a quienes buscan lucrar con el espacio público", manifestaron desde la comuna.
Además, el gobierno municipal explicó que ya en el año 2015, el Concejo Deliberante de San Isidro aprobó una ordenanza en la cual “queda expresamente prohibida la solicitud y/o exigencia de dinero por parte de los cuidacoches”.