Siempre fue una gran ´vidriera´ el haber transitado por las divisiones inferiores de Chacarita y más aún, debutar en la primera división del club. Casos exitosos sobran. Javier Pinola, Ignacio Piatti y Facundo Parra, son sólo algunos nombres que lo comprueban a la perfección.
Y este último viernes, el abanico de casos se amplió con Rodrigo Aliendro, el volante ofensivo con pasado en el fútbol amateur y profesional del Funebrero, que marcó el puntapié inicial de la victoria de Colón de Santa Fe sobre Racing, llevando al Sabalero al primer título desde su fundación.
Hoy, todo es algarabía para el volante de 30 años, aunque no siempre fue así. Con toda la ilusión, el oriundo de Merlo dio sus primeros pasos futbolísticos en Argentinos Juniors, sin embargo, rápidamente debió buscarse otro club, ya que el Bicho lo dejó libre en edad de Sexta División. Su destino sería Chaca, aunque su suerte no variaría demasiado. Si bien logró debutar en primera a los 21 años, al poco tiempo, le comunicarían que no lo tendrían en cuenta.
Es aquí donde nació una particular historia de superación, que lo tuvo a Aliendro jugando en Ituzaingó, en la Primera C del fútbol argentino, a la vez que vendiendo pizzas para lograr sustentarse económicamente. “Repartía para una pizzería común y corriente. También le he dado una mano a mi viejo en varios lados y trabajé mucho por mi cuenta, pero por suerte eso ya es pasado”, le contó el jugador a Diario Olé en una entrevista realizada en 2019.
Como si ya fuera poco, aquella temporada, la 2013/2014, Ituzaingó perdería la categoría en la última fecha y volvería a la división más baja del fútbol local, la Primera D. Pese a ello, sus buenas actuaciones durante todo el certamen le permitirían reinventarse y regresar a un viejo conocido, Chaca.
Su andar en el Funebrero sería ya completamente diferente al anterior. No sólo integró el plantel campeón de la Primera B Metropolitana Transición 2014, sino que, además, sumó buenos minutos en cancha, con un gol incluido, en la goleada frente a Deportivo Español por 3 a 0. Finalizado el campeonato, esta vez lo tuvieron en cuenta y así encaró de lleno la B Nacional 2015.
Consagrándose allí como una de las figuras del equipo, convirtiendo algunos tantos y asistencias, Rodrigo lograría lo que todo jugador desea desde que arranca su carrera futbolística, aterrizar en Primera División. En 2016 lo fichó Atlético Tucumán, club en el que vistió la camiseta hasta el 2019, dándose hasta el lujo de disputar la Copa Libertadores y Copa Sudamericana.
Así arribaría a Santa Fe para jugar en Colón, en el segundo semestre del 2019, donde increíblemente otro obstáculo se le interceptaría en el camino, ya que por una lesión, se perdería de jugar la final de la Copa Sudamericana, aquella que finalmente el Negro cayó ante Independiente del Valle de Ecuador por 3 a 1 en Paraguay.
Sin embargo, el 3 de junio del 2021, el destino le tenía preparada la revancha, la gloria. Llegó nuevamente a una final, pero esta vez no sólo la pudo jugar, sino también, como para que ello sea poco, ser el encargado de marcar el sendero hacia el título.
Puso el primer gol de los tres que le propinó Colón a Racing, y se alzó con la Copa de la Liga Profesional 2021, hasta el momento, el único trofeo de la vida del cuadro santafesino. No se le presentó sencilla la carrera a Rodrigo, pero la luchó, tanto para lograr hacer feliz a la mitad de una ciudad.
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