La pista de la venta de armas en el caso del empresario asesinado en San Isidro: qué dijo uno de los detenidos

Uno de los jóvenes de 18 años que fue atrapado en el barrio La Cava, de la localidad de Beccar, declaró ante la justicia. Las armas robadas a De Marco habrían sido vendidas en más de $16 millones. Todavía hay un prófugo.

El caso del asesinato de Jorge De Marco conmociona a la comunidad de San Isidro. El crimen es investigado por la justicia y, en las últimas horas, la fiscalía puso el eje en la venta de armas que se llevó adelante luego de la muerte de De Marco a manos de "La Banda del Millón". Uno de los detenidos en el barrio La Cava, en la localidad de Beccar, declaró ser parte del grupo y dijo que el robo no fue al voleo. Las armas robadas a De Marco se habrían vendido en la zona oeste del conurbano, a un valor de $16 millones.

En el marco de la investigación, la justicia examinó las redes sociales de uno de los atrapados por el caso. B.B., de 17 años, alardeaba de sus crímenes en su cuenta de Instagram: "Fuimos creciendo como el dólar blue, escapándole a la sirena azul. Jajaja", publicó el 20 de enero pasado. El comentario estaba acompañado de una fotografía de un grupo de amigos en la puerta de un conocido boliche de la zona oeste del conurbano. Uno de los muchachos mostraba un fajo de billete de dólares.

B.B. fue uno de los que cayó luego de los allanamientos en La Cava. La información fue brindada al diario La Nación por fuentes con acceso a la causa judicial. El joven intentó escapar cuando los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro y personal de la Superintendencia de Seguridad Región AMBA Norte I irrumpieron en la casa donde estaba oculto. Abrió una ventana y se tiró, pero no pudo ir muy lejos antes de ser detenido.

En una de las paredes de la casa donde fue arrestado, los investigadores encontraron una hoja con una anotación escrita a mano que replicaba una frase que se había hecho famosa en 2006, cuando un texto similar fue abandonado por los ladrones del denominado Robo del Siglo, el millonario atraco al Banco Río de Acassuso, también en San Isidro: "En barrio de ricachones sin armas y sin rencores, es solo plata y no amores".

En las últimas horas, el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, y la fiscal Carolina Asprella, a cargo del Área Criminal, indagaron a los sospechosos detenidos.

Según indicaron fuentes judiciales a La Nación, Kevin Leites Acuña, otro de los detenidos de 18 años, confesó su participación en el robo a la casa de De Marco. Sostuvo haber ido a la vivienda de la víctima en bicicleta y que, junto con el resto de la banda, ingresó a las 4 del 14 de este mes por una ventana de la planta alta. Afirmó también que al ser sorprendido, De Marco efectuó un disparo con una de sus armas, pero que sus cómplices lograron reducirlo. Él, por su parte, dijo que se había quedado en el parque como "campana".

El detenido sostuvo que las armas las llevaron en un remis hasta La Cava y que después fueron llevadas a Moreno y José C. Paz, informó el periodista Gabriel de Nicola en ese medio.

Confirmó, por otro lado, la sospecha de los detectives judiciales y policiales, quienes estimaban que el golpe no había sido al voleo, sino que hubo una inteligencia previa y que ese rol lo cumplió Francisco Gaitano cuando trabajó como jardinero en una casa vecina y que fue el quién marcó, finalmente, el objetivo de la banda.

Gaitano se negó a declarar. El tercer detenido en ser indagado por Ferrari y Asprella fue Juan Pablo López, alias Pipi, quien habría recibido dinero por "aguantar" a los prófugos en su casa y por haber tenido en su poder las armas robadas que después fueron vendidas. "López intentó desligarse y dijo que no sabía que los jóvenes que estuvieron en su casa eran buscados por la policía, a pesar de que Leites Acuña se afeitó y se tiño el cabello para cambiar su fisionomía", explicó una fuente a La Nación. Los investigadores ahora continúan con las tareas para ubicar al prófugo de la causa, que sería hermano del jardinero.

En las primeras horas del 14 de este mes, De Marco fue asesinado en su casa de Lomas de San Isidro, cuando los ladrones irrumpieron mientras dormía en su habitación de la planta alta. Las lesiones sufridas durante el ataque incluyeron la fractura de dos costillas, lo que provocó un neumotórax y una broncoaspiración. Con 65 años, vivía solo en la residencia ubicada en San José 86.

El primer detenido en relación con el caso fue Rubén López, un chofer de remis de 70 años. López fue implicado por su participación en el transporte de los sospechosos desde la casa de la víctima. El viaje fue solicitado por la novia de uno de los delincuentes, quien lo acompañó en el vehículo. Durante el interrogatorio por el delito de encubrimiento agravado, López afirmó no conocer a los cuatro acusados del crimen y describió el viaje como uno más en su rutina.

Cuando se le preguntó al remisero cuándo se enteró de lo sucedido en la casa de San José 86, López declaró que fue durante la tarde del jueves 14. "Pensé en el viaje que había realizado y nada más", agregó. Al final de la indagatoria, se le cuestionó: "¿Por qué no se presentó ante la autoridad al conocer lo sucedido?", a lo que respondió: "Porque no sabía que los jóvenes habían perpetrado eso".