Ayer el Senado Nacional convirtió en ley una iniciativa impulsada desde hace años por distintas organizaciones sociales, declarando de utilidad pública y sujetos a expropiación todos los inmuebles donde están radicados los más de 4.400 barrios y asentamientos que se encuentran amparados en el Registro Nacional de Barrios Populares (Re.Na.Ba.P).
El proyecto apunta a la integración socio urbana de estos barrios donde viven unas 800 mil familias, mediante la regularización dominial, la suspensión de desalojos por 4 años y la promoción del acceso a los servicios públicos básicos. Se trata de 3,5 millones de personas de las cuales el 99% no cuenta con acceso a la red cloacal, el 94% no tiene acceso formal a la red de agua corriente y más del 70% a la de energía eléctrica.
El Re.Na.Ba.P. fue realizado en conjunto, entre el ministerio de Desarrollo Social nacional, la ANSeS y diversas organizaciones como la ONG Techo, Caritas, Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), Barrios de Pie, el Movimiento de Trabadores excluidos (MTE) que lidera Juan Grabois, y la Corriente Clasista y Combativa.
En San Isidro, este proceso fue encabezado por una serie de movimientos sociales nucleados en su gran mayoría en Barrios en Red, que vienen trabajando desde hace años en poner el tema de la urbanización en la agenda pública. Fernanda Miño, concejal de Unidad Ciudadana y referente del barrio La Cava dijo a QUE PASA una vez aprobado el proyecto: "Se trata de un avance en la integración y en favor de la dignidad de muchas familias en las barriadas más postergadas. Si bien las condiciones generadas por las políticas económicas de los gobiernos nacional y provincial no son propicias para hacer posible la ejecución inmediata de esta ley, tenemos la certeza de que es una herramienta para seguir organizándonos por todo lo que nunca tuvieron nuestros barrios”.
Por su parte Marcos del Pino, referente de Patria Grande e impulsor de la constitución de Barrios en Red, afirmó que "esta ley y todo el trabajo previo de relevamiento de los barrios populares jamás hubiese sido posible sin el protagonismo de las organizaciones sociales y de los vecinos y vecinas que relevaron sus barrios. Este es un claro ejemplo de que sin protagonismo popular no hay justicia social".