Un total de 21 allanamientos se realizaron en el partido de San Martín y Capital Federal, en el marco de una causa ligada al líder narco "Mameluco" Villalba, jefe de una de las mayores bandas dedicadas a la venta de estupefacientes en el conurbano bonaerense.
Si bien Villalba cumple una condena de 27 años en las instalaciones del penal de Ezeiza, como organizador y financista de su clan familiar, dicha organización continuaba bajo sus órdenes involucrando directamente a sus hijos y familiares cercanos, según informaron fuentes policiales.
En consecuencia, a fin de desarticular en su totalidad la estructura criminal y considerándose la hipótesis de que el dinero nunca había dejado de circular, el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°2 de San Martín a cargo de Alicia Vence ordenó profundizar las tareas desplegadas hasta el momento en conjunto con la Policía Federal Argentina.
Según indicaron las fuentes, la maniobra principal consistía en lavar dinero, por lo que tras seguir la ruta del mismo, se estableció que una de las tantas tareas consistían en adquirir y vender diferentes vehículos en una agencia informal de la zona oeste, lo que facilitaba a su vez contar con una amplia logística para el movimiento de estupefacientes, autos que eran registrados entre los miembros de confianza del clan y en su caso, hasta expidiendo cédulas de autorización para conducir los mismos.
También se logró establecer la existencia de dos financieras ilegales, una ubicada en el barrio de Villa Crespo, oculta detrás de la fachada de un supermercado chino y otros dos locales en el partido de San Martín: un kiosco y otro dedicado al pago de servicios.
A su vez, sus operaciones involucraban el financiamiento de una “cueva" ilegal, la adquisición de un lavadero de autos, donde introducían el dinero producto de los ilícitos con el fin de disminuir su volumen y pasando las sumas obtenidas en pesos a dólares para obtener ganancias por el cambio de divisas, inyectando parte de este capital, en una empresa constructora de San Martín.
En el marco de la investigación, la Justicia Federal de San Martín libró un total de 21 allanamientos que involucró los comercios que participaban en la maniobras, entre ellos empresas constructoras, escribanías y domicilios particulares, secuestrándose gran cantidad de documentación, dinero en efectivo, computadoras, servidores, billeteras de criptomonedas, teléfonos celulares y más elementos de interés a la causa.
Los voceros policiales señalaron que se estima que la operación de lavado de activos, sólo entre los años 2020 y 2021 podría haber generado al clan de los Villalba ganancias por la suma de cuatro millones (4.000.000) de dólares y donde el grupo inmobiliario administrado por los mismos en el periodo investigado habría tenido un crecimiento exponencial, lo que en gran medida, fue facilitado por la pasada pandemia del año 2020.
Finalmente, se detectó la compra de un club en España que se encontraba en bancarrota, en el cual fichó el hijo de uno de los socios fundadores del grupo constructor investigado.
Los elementos secuestrados quedaron a disposición del magistrado interventor, como objeto de futuras pericias y con el fin de recabar nueva información relacionada a la importante organización desbaratada.