Procesaron a los responsables del Centro de Salud Norte de Vicente López

En el marco de la investigación judicial llevada adelante por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, dos de ellos quedaron detenidos con prisión preventiva. Se trabaron embargos de entre $500 y $2000 millones.

Centro Salud Norte 3

La jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado procesó al dueño del Centro de Salud Norte ubicado en la localidad de Villa Adelina (Vicente López), Benjamín Teitelbaum, al director médico, Jorge Pinzetta Martínez, y la coordinadora médica, Ana Bellusci. Además, la magistrada trabó embargos sobre los bienes de los imputados hasta cubrir sumas de entre 500 y 2000 millones de pesos.

La medida fue tomada en el marco de la investigación judicial que comenzó para determinar las causas del fallecimiento de Fátima Cellini, una mujer internada en esa clínica, donde hubo 36 personas contagiadas de coronavirus. De acuerdo a la magistrada, esta situación puso al descubierto una presunta asociación ilícita que tenía como objetivo lucrar con la salud de los pacientes, en su mayoría afiliados de PAMI.

Los imputados fueron procesados por integrar dicha asociación ilícita y por los delitos de propagación de una enfermedad peligrosa y contagiosa para la salud, en este caso Covid-19, y de falsedad ideológica de instrumentos públicos.

"Existía entre Teitelbaum, Pinzetta Martínez, Bellusci y otras personas cuya participación se encuentra en curso de investigación, un acuerdo de voluntades que perduró en el tiempo cuya finalidad era lucrar con la salud de los adultos mayores y de un deficitario servicio de salud, que mutó en un delictivo manejo del Centro de Salud Norte, en perjuicio de sus pacientes y, en la actualidad, en virtud de la pandemia que nos acecha, también derivó en la afectación de la salud de sus trabajadores (médicos y no médicos) y familiares, de personas que directa o indirectamente tuvieron contacto con el sanatorio y, dada la alta volatilidad del virus, de personas indeterminadas", afirmó Arroyo Salgado en su resolución con fecha del 12 de junio, según explicaron a La Nación fuentes judiciales.

Teitelbaum y Pinzetta Martínez fueron procesados con prisión preventiva. Bellusci, que declaró como arrepentida ante el fiscal federal de San Isidro Fernando Domínguez, sin prisión preventiva. En su declaración como imputada colaboradora, según dijeron a ese medio fuentes judiciales, la médica sostuvo: "El centro no es un lugar en que haría atender a mi padre. Hay muchas deficiencias. En invierno la gente se muere de frío y en verano se muere de calor".

La jueza Arroyo Salgado señaló a Teitelbaum como jefe de la presunta asociación ilícita. "Se logró determinar el rol que cada uno ocupaba en esta empresa delictiva, en donde Teitelbaum lideraba y Pinzetta Martínez con la colaboración de Bellusci ejecutaban y disponían las acciones para sostener el plan criminal", dijo la magistrada en la resolución, según dijeron fuentes con acceso al expediente.

Además, señaló que los ahora procesados "deliberada y despiadadamente propagaron la pandemia del virus Covid-19, sin importar si los afectados eran sus seres queridos, sus compañeros de trabajo, otras personas que indirectamente tomaran contacto con ellos sabiéndose positivos del coronavirus. En consecuencia, los protocolos que Jorge Pinzetta Martínez manifestó haber confeccionado para aplicar en la clínica que médicamente dirigía, en el plano de la realidad, nunca fueron puestos en práctica, de ahí las nefastas consecuencias acaecidas y acreditadas en este expediente".

Por último, para la jueza, según los voceros consultados por La Nación, "no puede perderse de vista que las conductas se llevaban adelante en el marco de un centro de salud al que cada paciente era derivado por el PAMI para que atendieran sus dolencias. Es decir, ingresaban en un nosocomio con la confianza que se le dispensaría el cuidado adecuado, pero muy lejos estaba de que ello aconteciera, solo basta con repasar el estado de las instalaciones y la actuación falaz en las historias clínicas, lo que demuestra el desprecio de quienes se encontraban a cargo de la clínica para con la vida de las personas, en su gran mayoría, vulnerables".

La causa comenzó con una denuncia de la familia de Cellini, una paciente de 65 años que falleció el 6 de abril pasado después de haber estado internada un mes en la clínica de Villa Adelina. Según un dictamen del fiscal Domínguez, "pese a haber manifestado síntomas que produce el Covid-19 no le realizaron el correspondiente hisopado para confirmar o descartar la presencia de dicho virus". Finalmente se confirmó que la mujer se vio afectada por el coronavirus. No fue la única: hubo otra paciente fallecida a la que se detectó el virus.

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