Un acontecimiento bastante curioso ocurrió en las últimas horas en San Isidro, donde en el marco de un allanamiento policial se recuperó un cañón naval de hierro fundido de más de 100 años de antigüedad.
El hecho fue descubierto por efectivos de la Policía Federal del Departamento Protección del Patrimonio Cultural, quienes días atrás observaron que en una página de una conocida red social se ofrecía a la venta dicha pieza.
En ese contexto, según informaron fuentes policiales, se realizó una consulta con personal especializado del Instituto de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL). Los mismos señalaron que el cañón forma parte del Patrimonio Arqueológico Subacuático, que posee un gran valor científico y por lo tanto no se debería comercializar ni estar en manos de particulares debido a que forma parte del Estado Argentino.
Tras ello y luego de una orden de allanamiento determinada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº11, los uniformados se dirigieron a un domicilio, ubicado en la calle Monseñor Alberti al 600, donde secuestraron el cañón naval, cuyo peso es de tres toneladas y con una dimensión de más de dos metros de largo.
El magistrado dispuso el traslado del bien secuestrado a dicho Departamento en calidad de depósito judicial. “Para efectuar el traslado se contó con la colaboración de la División Apoyo Logístico de la Superintendencia Federal de Bomberos y la participación de un experto en Arqueología Subacuática del INAPL”, añadieron las fuentes.
La pieza en cuestión presentaba una corrosión semejante al que exhiben los objetos de hierro fundido que han permanecido largo tiempo expuestos a la intemperie o han sido extraídos de ambientes subacuáticos y que no fueron sometidos a tratamientos de conservación.
El elemento incautado quedó disposición del magistrado interventor, por infracción a la ley sobre “Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico”.