En la última sesión de 2020, el Concejo Deliberante de Tigre aprobó la ordenanza que convalida el acuerdo entre la Comunidad Indígena Punta Querandí y el intendente del distrito, Julio Zamora, mediante el cual se reconoce el derecho a la propiedad comunitaria en un predio ubicado en la localidad de Dique Luján.
El espacio sobre el que el Municipio otorgó el derecho de propiedad está situado en la desembocadura del Arroyo Garín en el Canal Villanueva, tiene cerca de una hectárea, y desde hacía más de 15 años se encontraba en conflicto con la empresa constructora Eidico, desarrolladora de emprendimientos inmobiliarios.
A partir de 2004, ante la aparición de restos arqueológicos en el Paraje Punta Canal, un lugar rodeado de barrios privados, comenzó a constituirse la Comunidad Indígena Punta Querandí, integrada por familias de distintos pueblos originarios. Según ellos mismos expresan, la comunidad se creó con el objetivo de resistir en ese espacio ante la construcción de estos emprendimientos para "proteger los humedales continentales, frenar la destrucción de enterratorios humanos milenarios y fortalecer la identidad indígena en la región".
A raíz de esta situación, se inició un extenso conflicto con la desarrolladora Eidico, que pretendía construir en el lugar un amarradero para yates del complejo náutico Villanueva, el cual desde fines de los 90 se instaló en la zona. "Ese barrio acabó con casi mil hectáreas de humedales y destruyó lugares sagrados como el sitio arqueológico Arroyo Garín de mil años de antigüedad", dicen desde Punta Querandí.
Ya en 2017, el empresario Jorge O’Reilly, presidente de Eidico, inició una demanda de desalojo contra la comunidad indígena. Sin embargo, a fines de 2019, la desarrolladora cedió a la Municipalidad el dominio de la parcela en conflicto, en el marco del Decreto-Ley Provincial 8912/77, que dispone la entrega de un porcentaje de tierras por cada emprendimiento inmobiliario que se realiza para que la comuna defina el uso que le dará.
El siguiente paso fue el acuerdo entre Punta Querandí y la Municipalidad, que se anunció en febrero de 2020 y se firmó el pasado 16 de noviembre, el cual garantiza que la parcela donde se asienta la comunidad sea transferida con título comunitario. Además, el gobierno local se comprometió mediante esa firma a colaborar en lo referido a los talleres educativos, infraestructura, sostenimiento y proyectos productivos.
Desde Punta Querandí, destacaron que el convenio "no entrega tierras" porque "la comunidad ya se encuentra en posesión del territorio". Como se afirma en los fundamentos el acuerdo, se regulariza “una realidad preexistente reconocida institucionalmente por este Municipio mediante el Decreto 259/2018” que declaró de interés legislativo las actividades realizadas por la comunidad originaria.
En noviembre pasado, tras la firma del acuerdo, el intendente Julio Zamora había expresado que "es una alegría seguir avanzando en este proceso de reconocimiento a Punta Querandí. Queremos acompañar todo el trabajo que vienen realizando para reivindicar sus raíces y sus culturas”.
Por su parte, Santiago Chara, del Consejo de Ancianos de Punta Querandí, señaló tras la convalidación en el Concejo Deliberante: “Es una gran felicidad este logro, agradecemos a todos los hermanos y hermanas que nos apoyaron. Después de tantos años de lucha, el Estado se hizo presente y obtuvimos la propiedad comunitaria de nuestro territorio, en donde defendimos nuestras culturas, nuestras cosmovisiones y los restos de los antepasados”.
Con la aprobación en el legislativo local, Tigre es uno de los primeros distritos del conurbano bonaerense en reconocer el derecho a la propiedad comunitaria. Un hecho que busca “subsanar una parte de la deuda pendiente para con los Pueblos Indígenas del Municipio” en la “búsqueda hacia una Reparación Histórica”, afirma el convenio.
Ahora, desde la comunidad informaron que los objetivos en el territorio son profundizar “el trabajo cultural y educativo así como los proyectos de agroecología y de producción con oficios tradicionales”. Por otra parte, están los desafíos que tienen que ver con la agenda de reclamos de la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar, organización de comunidades conformada recientemente, que tiene a Punta Querandí como espacio de confluencia y asamblea. "Las demandas de la Unión son el reconocimiento de los idiomas originarios, el financiamiento de salones comunitarios, el apoyo a las producciones y la entrega de tierras a familias indígenas, entre otras", definieron.