El mundo Boca se encuentra muy convulsionado por estas horas. A los penales que falló Darío Benedetto que desembocaron, entre otros factores, en la eliminación de los octavos de final de la Copa Libertadores frente a Corinthians, el Consejo de Fútbol del Club de la Ribera tomó la decisión de echar a Sebastián Battaglia de su cargo en la dirección técnica.
Sin embargo, la salida del DT se dio de una forma poco ortodoxa. Para empezar, el anuncio no fue en el marco de una conferencia de prensa sino a través de un comunicado en la página web de la institución difundido en las redes y canales oficiales del club. Pero hay más, ya que al propio Battaglia le comunicaron la determinación en una estación de servicio de Tigre.
Fueron Matías Delgado y Jorge Bermúdez quienes se reunieron con el entrenador con pasado en Almagro en una YPF ubicada en el coqueto barrio de Nordelta, cerca de donde vive. “Ya está, muchachos. Se dio así, fue de esa manera”, le afirmó luego a periodistas el DT, que hacía menos de dos meses había conseguido el título de la Copa de la Liga Profesional al vencer a Tigre por 3 a 0 en Córdoba.
“Respeto la decisión. Vine a hablar con los muchachos (los jugadores) y saludarlos. Para eso están las personas que toman las decisiones”, expresó Sebastián y agregó que “al Consejo no le pedí explicaciones, sí aceptaba la decisión de ellos”.
“Estoy agradecido a los jugadores, a la gente que siempre me alentó. Me voy conforme con lo que fue esta etapa. Le dejo dos títulos a la institución, hice cosas buenas. Me llevo todo eso”, manifestó el entrenador.
Si hubo alguien que quedó en el centro de la imagen por la ida de Battaglia fue precisamente el vicepresidente del Xeneize, Juan Román Riquelme. “Él me dio esta posibilidad de estar al frente del equipo. Hubo diferentes opiniones en este ciclo pero creo que siempre fui muy leal, agarrado a mis valores. A veces hay diferencias que se marcan y yo siempre traté de seguir mi camino”, dijo.