Las circunstancias del último año y medio nos han dejado sin muchas de las actividades con las que disfrutamos habitualmente, como los acontecimientos deportivos, que han ido volviendo poco a poco. Entre ellos, el fútbol, del que ya estamos disfrutando ahora con las ligas y la eliminatoria para el próximo Mundial de Qatar, en 2022. Pero otras disciplinas también han tenido un largo parate, como ha ocurrido con el boxeo, en el que no ha habido veladas. Tras un largo tiempo, han vuelto a Buenos Aires este mes. Y ha podido contar con público físicamente, aún con ciertas limitaciones, que animaba a los peleadores.
La primera de las citas fue el pasado día 2, en el microestadio Antonio Rotili de Lanús, donde el combate estrella era la unificación de títulos latino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y sudamericano de los medianos, disputado entre Juan Taborda y Lucas Bastida, y que al acabar en empate, permitió que ambos conservasen sus respectivos cinturones tras los pertinentes 10 asaltos. Por otra parte, Juan Leal se encargó de realizar la defensa de su título argentino welter al vencer al aspirante Nicolás Andino. Las previas contaron con boxeo amateur de Primera Promocional, en el que pudimos ver las que serán futuras estrellas del noble arte.
Precisamente, y más cercano en el tiempo, el campo de deportes del Club Atlético Ambos Mundos, y con la organización de ex campeón Medina Burgos, acogió otra interesante velada amateur, con peleas de “Metralleta” Carrizo, Franco Quiroga o Lazarte, entre otros, en ocho combates que el público pudo seguir con interés. Dejando claro que existe un importante seguimiento de estos acontecimientos y que el boxeo amateur goza de buena salud pese a las importantes limitaciones que ha tenido los últimos meses, además de un fuerte deseo de dejar atrás este tiempo aciago.
Por supuesto, no han sido los únicos ejemplos, ya hemos hablado de algunos casos, como la pelea disputada entre Pablo Gómez, campeón argentino supergallo, y Leandro Silva, del pasado 8 de octubre. Al mismo tiempo, la actividad de la promoción continúa, especialmente tras ver el clamor de la gente por volver a las veladas, por lo que en breve tendremos nuevos combates programados, tanto en Buenos Aires como en otras provincias. Precisamente en Santa Fe (más concretamente en San Lorenzo), se han enfrentado “Perfecto” Galesi y el bonaerense Marcelo Sánchez por el título Latino de los welter del Consejo Mundial de Boxeo; un cinturón que consiguió Sánchez al vencer por decisión unánime a su rival, en un combate que dominó con claridad y donde a Galesi le faltó capacidad de reacción .
Otros países, como los Estados Unidos, hace ya algún tiempo que recuperaron las veladas de boxeo, aunque al principio sin público, aunque ya se han normalizado en la mayoría de los casos. Esto dio la oportunidad de asistir a pantomimas como la última moda de mezclar a boxeadores y luchadores de MMA, donde hemos visto perder a una leyenda como Evander Holyfield y a los hermanos Paul montando grandes y vacíos espectáculos, como la pelea frente a Mayweather. Pero no todo es malo: por un lado, hemos podido disfrutar de la trilogía de Deontay Wilder contra Tyson Fury, con dos títulos de peso pesado en juego y que se llevó el británico en un combate muy emocionante, donde el ganador incluso beso la lona; y por otro, está a punto de llegar la gran oportunidad de Canelo de unificar todos los títulos de su categoría frente a Caleb Plant, un combate en el que no parece que ser esperen sorpresas, a la vista de cómo están funcionando las apuestas de portales especializados, y que dan al mexicano ampliamente como ganador.
Pero para llegar a esos niveles, de título mundial, nos hace falta que la cantera funcione y salgan nuevas promesas que se convertirán en las estrellas del futuro, por eso el boxeo amateur es de gran importancia y, por ende, es una excelente noticia que haya vuelto el boxeo con público y las veladas para que estos peladores emergentes puedan competir entre ellos y seguir creciendo deportivamente. Esta es una disciplina exigente, por lo que poder disfrutar de los ánimos del público es algo casi imprescindible.