En una historia de resiliencia y perseverancia, Marcela, una mujer de 53 años, logró encontrar a su madre biológica luego de toda una vida de búsqueda y más de un año de investigación llevada a cabo por el Programa de Derecho a la Identidad Biológica de la Defensoría del Pueblo de la Nación (DPN). El caso tuvo su inicio en septiembre de 2023, cuando Marcela se acercó a la institución con fragmentos de su historia y un anhelo profundo de conocer su origen biológico.
Marcela sabía que había nacido en junio de 1971 en un hospital ubicado en islas del delta del municipio de San Fernando. También conocía algunos detalles sobre su madre biológica, quien trabajaba como empleada doméstica en la casa de quien sería su padre biológico, y la posible conexión de ambos con un aserradero en Tigre. Estos datos, transmitidos por su madre de crianza, María Marta, eran los únicos indicios con los que contaba para iniciar la búsqueda.
Con apenas una partida de nacimiento que indicaba que Marcela había nacido en la Ciudad de Buenos Aires, pero con información sobre los hospitales de islas sanfernadinos, el equipo de la DPN comenzó la investigación. Su primer paso fue rastrear los libros de partos de las instituciones de la zona correspondientes a junio de 1971. Finalmente, lograron acceder a los registros del Hospital Boca Carabelas del delta, donde se destacaron tres nacimientos entre el 10 y el 20 de junio.
El 17 de junio de 1971, una mujer llamada Mónica B., de 26 años y estado civil soltera, dio a luz a una niña de 3,7 kilos. Lo que llamó la atención de los investigadores fue que el domicilio registrado por Mónica en el hospital coincidía con el aserradero mencionado por Marcela. Esta coincidencia se convirtió en una pieza central de la investigación.
Con los datos de Mónica B., nacida entre 1943 y 1949, la DPN amplió la búsqueda. En enero de 2024, encontraron a una mujer con ese nombre, nacida en mayo de 1945 en Entre Ríos y con un último domicilio registrado en Montecarlo, Misiones. Sin embargo, no fue sencillo dar con su paradero. Con el apoyo de la Policía de la Provincia de Misiones, se logró contactar a su nuera, quien finalmente permitió establecer comunicación con la mujer.
Cuando los investigadores de la DPN hablaron con Mónica, ella recordó haber dado a luz a una niña en junio de 1971 en el hospital mencionado, aunque aseguró que el bebé había nacido sin vida. Sin embargo, ante la coincidencia de los relatos, aceptó someterse a un análisis de ADN.
El cotejo de ADN confirmó el vínculo biológico entre Mónica B. y Marcela. Después de más de 50 años, la madre de Marcela había sido encontrada gracias a un dato en un libro de partos y la insistencia de su hija en reconstruir su historia.
Marcela tiene ahora ante sí la posibilidad de reconstruir su historia, una narrativa que le pertenece de manera personal. Según información recabada durante la investigación, su madre habría entregado a su hija consciente de que estaba viva, pero los detalles de esa decisión quedarán en el ámbito personal de ambas.