En octubre de 2022, los hermanos Ariel, Damián y Hernán García Furfaro —propietarios de laboratorios farmacéuticos señalados en la investigación por muertes causadas por fentanilo contaminado— protagonizaron un violento incidente en el Hipódromo de San Isidro durante el Gran Premio Jockey Club. El episodio, que incluyó destrozos y peleas a golpes con directivos y policías, derivó en sanciones y en una causa judicial.
Según informó la agencia Noticias Argentinas, el conflicto comenzó tras la definición “cabeza a cabeza” de una carrera en la que competía un caballo del stud Mamina, propiedad de la familia García Furfaro. La decisión de los comisarios deportivos, que falló en contra de su ejemplar, provocó la furia de los hermanos.
En medio de la protesta, Damián García Furfaro se subió a los carteles indicadores y rompió la marquesina, hecho que quedó registrado en video. Posteriormente, en el palco de autoridades, se produjo una pelea a golpes de puño con directivos del hipódromo y personal policial. “Fue una batahola. Algo nunca visto en el hipódromo. Un caos”, describió un testigo al diario Clarín.
Tras el incidente, el stud Mamina fue suspendido por dos años y los involucrados recibieron la prohibición indefinida de ingresar a los palcos. Además, se inició una causa penal por “atentado y resistencia a la autoridad”.
En su defensa, los García Furfaro alegaron en sede judicial que fueron “víctimas y no victimarios” y que les “robaron” la carrera. Este antecedente de conducta violenta se suma a otro episodio en los Tribunales de Morón, donde Ariel García habría amenazado a magistrados.
