Tigre se lo dio vuelta a Racing y sacó tres puntos vitales en Avellaneda

El Matador lo perdía hasta los 44 del segundo tiempo, pero en 5 minutos, con un penal y una buena jugada colectiva, le ganó por 2 a 1 a La Academia.

Tigre le dio vuelta un gran partido a Racing en Avellaneda. Hasta el final del complemento, lo perdía por 1 a 0 con gol de Adrián Balboa. Allí apareció un penal que le dio la igualdad y luego una buena jugada colectiva que, en tiempo de descuento, le dio una gran victoria como visitante.

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Tigre presentó tres cambios en Avellaneda para tratar de reencontrarse con el triunfo ante un Racing que puso un equipo alternativo. Bajo un frío extremo, el partido tardó en armarse y los primeros 20' fueron de estudio. Racing con la pelota e iniciativa y Tigre esperando el error del rival.

La primera clara fue del Matador. Giro espectacular de Santi González, habilitación a Russo y Arias le tapó el mano a mano. El juez de línea levantó la bandera pero estaba habilitado. Tigre buscaba disputarle la posesión a la Academia y plantarse en campo contrario.

A los dos equipos les faltaba claridad en los metros finales. El Matador necesitaba más de Medina, Rivero y Saralegui, por eso todos los ataques -pocos- tenían que nacer de Santi González o el equipo no progresaba. Racing seguía teniendo mayor posesión y merodeaba el área de Zenobio.

Cuando parecía que el primer tiempo se iba 0-0, Balboa inventó un golazo en una segunda jugada y le dio un golpe bajo a Tigre antes de irse al descanso.

Dabove no hizo cambios para el segundo tiempo y después de 10 minutos de nada, Racing le intentó dar una mano al Matador: expulsado Pardo por doble amarilla en pocos minutos. Rápido, el DT mandó a Oviedo y Cabrera a la cancha para jugar con doble nueve, afuera Medina y Rivero de muy mala noche ambos.

Ya iban 30 minutos y a Tigre no se le caía una sola idea pese al hombre de más. Se repetía en centros mal tirado por el apuro y favorecía al juego de Racing, que quería dormir el encuentro.

El Matador se despertó y arrinconó a Racing en los últimos 10', pero no tuvo la lucidez suficiente para el último toque hasta que el VAR lo salvó: penalazo de Rojas sobre Oviedo que Herrera no advirtió. Fue a ver la pantalla y cobró. Chaco Martínez lo cambió por gol y sentenció el 1-1.

Y quedaba tiempo para uno más. En el último suspiro, Nacho Russo la mandó a guardar y marcó el 2-1 final que desató la locura en Victoria.