Denuncian a gendarmes por secuestros, golpizas y apremios ilegales en San Isidro

La denuncia fue presentada por un concejal del Frente de Todos. Los abusos habrían tenido lugar luego de una intervención de la fuerza en el barrio La Cava por el no cumplimiento de la cuarentena. Piden el pase a disponibilidad de todos los efectivos que estuvieron los días de los hechos prestando servicio en el destacamento que funciona en el predio del Campo Municipal Nro. 1 de San Isidro.

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La semana pasada, en el Juzgado de Garantías N°1 de San Isidro, fue presentado un habeas corpus donde se denuncian graves hechos de violencia institucional que habrían cometidos efectivos de la gendarmería nacional que prestan servicio en la localidad de Beccar.

En la presentación judicial realizada por el concejal del Frente de Todos de San Isidro, Gastón Fernández, y el psicólogo Luis Guillermo Onofri, se denuncian secuestros, torturas, simulacros de fusilamiento, hostigamiento y golpizas, durante distintos días, siendo víctimas vecinos del barrio La Cava. 

Según contaron fuentes oficiales a QUE PASA, los hechos refieren en principio a un operativo realizado por la en la noche del 30 de marzo, a raíz de “incumplimientos del aislamiento obligatorio” decretado por el gobierno nacional en el marco de la pandemia por coronavirus, donde resultaron heridos vecinos del barrio y efectivos de gendarmería.

Las denuncias

En la presentación judicial se refiere que una jóven de 18 años vecina de la Cava asegura que “los agentes de gendarmería irrumpieron con una violencia desmedida, golpeando y pateando a las personas, disparando varias veces con posta de plomo, hiriéndola con ellas en su pierna izquierda. Como así también hirieron a una niña de 7 años de edad de nombre Sara. Que luego de ello y cuando intentaba impedir que golpearan a su novio fue reducida violentamente por estos agentes, quienes la arrastraron agarrándola de sus cabellos y cuando ella les exigió que no debían tocarla por ser mujer, estos la desnudaron rompiéndole la remera. Toda vez que, de forma simultánea los agentes humillaban a todos los presentes a los gritos y con insultos”.

Según se detalla en la denuncia, horas más tarde, ya el lunes 30 de marzo, los mismos agentes volvieron a intervenir en el barrio. Allí, un joven de 28 años, novio de la primer denunciante, asegura que se encontraba con otros allegados y fue reducido violentamente para introducirlo en el móvil de gendarmería y que durante su traslado hacia el destacamento tanto él como otro joven fueron brutalmente golpeados, insultados y amenazados de muerte. Luego, al llegar al destacamento en Campo 1, sigue la denuncia, fueron sometidos a un simulacro de fusilamiento “… nos apuntaron a la cabeza con una pistola y gatillaron varias veces…”. Según se afirma, durante la detención ilegal los dos hombres fueron golpeados en todo su cuerpo a través de golpes de puño y patadas, para ser liberados alrededor de las 14 horas, bajo amenaza de muerte si los volvían a ver por la calle. El denunciante dice que recién pudo trasladarse al hospital central de San Isidro el martes alrededor de las 18 al recomponerse de los dolores que no lo dejaban moverse. 

A estos testimonios, el habeas corpus suma otros dos, donde se refieren hechos similares de intervenciones con una violencia desmedida, y posteriores secuestros, torturas y vejaciones.

Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación dijeron a QUE PASA que después de los hechos ocurridos en la noche del 30 de marzo, vecinos realizaron una denuncia en la justicia y que el juzgado interviniente ordenó un allanamiento, el secuestro del libro diario, el libro de armas, de las armas antitumulto, de las armas reglamentarias de la unidad de prevención barrial que funciona en el barrio La Cava de San Isidro. A su vez, la gendarmería comenzó su investigación interna, y  al momento están identificados los efectivos que participaron del operativo.

Fuentes de la cartera nacional sostuvieron a este medio que en el operativo “también resultaron efectivos heridos y lesionados aparte de una mujer y un menor” y que la Dirección Nacional de Violencia Institucional “está siguiendo el caso a la espera de los resultados y las decisiones que toma el poder judicial, para ver qué tipo de responsabilidades y sanciones podrían caber a los funcionarios de gendarmería que tuvieron ese día en el lugar de los hechos”.