Un 3 de marzo del año 1930 nació Alfredo Alcón. Sí, aquella figuraba recordada y reconocida por su trayectoria tanto en el cine, teatro y televisión argentina, pero identificada con su lugar de origen, su querida Ciudadela.
Hijo de Elisa y Félix, el hoy homenajeado comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo de la actuación a los 14 años, al formarse con Antonio Cunill Cabanellas. Y tras trabajar en diferentes radioteatros, en el año 1954, luego de rendir una prueba en Radio El Mundo, pasó a integrar la compañía de la mítica Julia de Alba.
Su figura comenzaría a agigantarse un año más tarde, en el 55´, momento en que debutó en el cine con “El amor nunca muere”, película en la cual participó y formó parte del elenco Mirtha Legrand. Posteriormente, ya con el director Leopoldo Torre Nilsson, tuvo roles protagónicos en “Un guapo del 900”, “Martín Fierro” y “El Santo argentino”, lo que le permitió consagrarse definitivamente.
Su extensa trayectoria en el mundo del cine local indica que, durante la década de los 70´, fue protagonista de la segunda película más taquillera de la toda la historia del cine argentino, “Nazareno Cruz y el lobo”.
En su faceta teatral sobresalió en “Hamlet”, “Escenas de la vida conyugal” y tantos otros clásicos de la época. Sin embargo, su trabajo le permitió, años más tarde, llegar la televisión, donde se destacó en “Por el nombre de Dios” y “Vulnerables”.
Entre sus premios y reconocimientos más importantes, se encuentran seis Martín Fierro (1960, 1963, 1964, 1966, 1968 y 2000), dos Quinquela Martín (1987 y 1988), un García Lorca (1990), y un Premio Molière, Air France (1980) entre otros.
Alcón falleció el 11 de abril del año 2014, a sus 84 años, a causa de un cáncer colorrectal. Su historia, claro, contará su rica trayectoria en películas, obras teatrales y series televisivas. Sin embargo, su identificación estará siempre en su querida Ciudadela natal, que hoy lo homenajea nuevamente.
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