Argentina y la exigencia de pasar como primero de grupo

Cada cuatro años, la Argentina es sacudida por el gran evento del mundial, el torneo futbolístico más importante de todos, para el que tanto aficionados como jugadores se preparan con creces y en el que se depositan muchas expectativas.

El país latinoamericano es uno de los más creyentes en la religión del fútbol y, entonces, durante cada uno de estos torneos se vuelca para alentar a su selección, aquella Albiceleste que ha llegado al mundial de Rusia pasando una serie de apuros importantes y que hace hincapié en la figura de Lionel Messi para poder seguir soñando. Ahora que se conoce el listado de los jugadores que formarán el plantel entrenado por Jorge Sampaoli, con la baja de última hora de Sergio Romero, varias son las previsiones que se hacen sobre el recorrido de Argentina y sus probabilidades de hacer o no un gran papel. El azar ha dado a Messi y compañía un grupo de clasificación asequible pero no sencillo. Si bien Argentina es la favorita para ganar el grupo D, en el que también están Islandia, Croacia y Nigeria, la práctica no va tan a mano con la teoría, sobre todo después del terrible papelón hecho contra España (derrota por 6 a 1 en el Wanda Metropolitano).

La obligación que tiene Argentina de ganar el grupo no es solamente simbólica o por ser el equipo con las mejores individualidades (al menos sobre el papel). Los de Sampaoli tendrán que llegar primeros de grupo sobre todo para poder evitar un probable cruce con Francia, uno de los equipos más cotizados para la victoria del mundial. Los galos, que estarán en el grupo C con Australia, Perú y Dinamarca, tienen el favor de los pronósticos en terminar primeros en su liguilla, lo que significaría un cruce directo contra la segunda del grupo D. Argentina tiene entonces la obligación moral de empezar bien el mundial para poder evitar un choque importante en una fase muy tempranera de la competición: si bien últimamente muchas son las dudas que sembró el equipo de Sampaoli, una eliminación en los octavos de final sería un fracaso importante, visto el nivel de los jugadores disponibles. Los problemas en el centro del campo, en el que no se sabe todavía quiénes serán los jugadores titulares y qué relevancia podría tener alguien como Mascherano, que los últimos meses jugó en China, han sembrado dudas sobre el posible rendimiento del equipo.

Ganar el primer partido contra Islandia será clave, ya que el segundo encuentro será contra Croacia, que hace de su buen juego y de un excelente centro del campo sus puntos de fuerza. Los equipos europeos son un obstáculo duro, sobre todo por su concreción, por eso no habrá que perder la oportunidad de llegar al último partido contra Nigeria con buenas opciones para terminar primeros de grupo. La Argentina se encomienda a Messi, y a un poco de suerte.