Desarticulan una banda dedicada al robo de cables: detenidos y gran cantidad de metales incautados tras 14 allanamientos en el conurbano

La Policía Bonaerense realizó 14 allanamientos simultáneos en cinco municipios del conurbano y secuestró casi un millón de dólares en metales robados.

Una organización criminal dedicada al robo y comercialización ilegal de metales fue desarticulada este viernes tras una serie de 14 allanamientos realizados en simultáneo en cinco distritos de la zona norte y oeste del bonaerenses de Como resultado del operativo, ocho personas fueron detenidas y se incautaron materiales valuados en aproximadamente 900.000 dólares.

El procedimiento fue coordinado por la Superintendencia de Planeamiento y Operaciones Policiales de la Provincia de Buenos Aires, en el marco de una causa iniciada el 1 de abril bajo la carátula “averiguación de delito – FSM 60/2025”, a cargo del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N.º 2 de Morón, cuyo titular es el juez Jorge Rodríguez.

Fueron en total 14 allanamientos que en forma simultánea se realizaron el día viernes en los distritos de La Matanza, Merlo, San Fernando, Vicente López y Tigre. Durante los procedimientos de la policía bonaerense se secuestraron 95.000 kilos de cables robados a la empresa Edenor, junto con 4.070 kilos de cobre en distintas formas, 1.512 lingotes metálicos de unos 15 kilogramos cada uno, 2.342 kilos de aluminio compactado y 621 kilos de monedas de curso legal.

Además, fueron incautados casi 10 millones de pesos en efectivo, ocho teléfonos celulares, 15 cuadernos con anotaciones comerciales y varias máquinas utilizadas para el procesamiento de los materiales, como peladoras, prensadoras y una compactadora.

Según la investigación, los cables de cobre y aluminio eran robados y acopiados en centros menores para luego ser procesados y vendidos a fundidoras más grandes. Desde allí, eran exportados a países limítrofes.

Las autoridades señalaron que el auge de este tipo de delito está vinculado a la alta cotización del cobre en el mercado internacional, la creciente demanda y la falta de trazabilidad de origen, factores que han generado un impacto negativo en la infraestructura de servicios esenciales.