El Colegio Newman emitió un comunicado pidiendo perdón por el "abuso a sus exalumnos"

Los abusos a exalumnos en la institución de San isidro comenzaron a hacerse públicos desde fines del año pasado. Tanto el colegio, como la Congregación de Hermanos Cristianos se expresaron sobre la situación, y reconocieron los casos.

Mediante dos comunicados, el Colegio Cardenal Newman y la Congregación de Hermanos Cristianos Región de América Latina, pidieron perdón público en una carta "a todos sus ex alumnos abusados".

El tema de los abusos en el colegio ubicado en la localidad de Boulogne, se dio a conocer el año pasado, con el caso de Rufino Varela, un exalumno que denunció los ataques sufridos en esa institución en la década del '70, en diálogo con la agencia de noticias Télam. El hecho tomó relevancia internacional, luego de que el Papa Francisco se comunicara con la víctima.

Lo que ocurrió con las cartas, señaló Varela, es "un hecho sin precedentes y que por primera vez reconoce que hubo más de un abuso". Hasta el día del comunicado suscrito por Alberto Olivero, el Colegio Newman sólo había reconocido a Rufino como víctima. Sin embargo, según lo sostenido por el exalumno, "hoy sabemos que son más de 20, por lo que esto era una consecuencia lógica". A esto, calificó las iniciativas de las entidades religiosas como parte de un "proceso necesario de desagravio y reparación a todas sus víctimas".

El caso Varela

Rufino Varela es el hombre que visibilizó las situaciones de abuso en el Colegio Cardenal Newman, porque de niño sufrió abuso sexual en su casa, infligido por el albañil José Moreira, y también en aquel colegio, a manos del capellán irlandés Finnlugh Mac Conastair, conocido como "El padre Alfredo".

Luego de que Rufino, entonces de 15 años, le contara en confesión su situación, que lo llevó al borde del suicidio, el padre Alfredo, en su cuarto, le "bajó los pantalones", lo "azotó en el trasero", y le "manoseó los genitales mientras le pidió detalles del abuso al que lo sometió el albañil durante cuatro años".

A sus 50 años, Varela contó su situación, lo que provocó diversas consecuencias en el entorno del colegio y de la Iglesia: el pedido de perdón del Director de la institución, Alberto Olivero, el reconocimiento de la situación por parte del Papa Francisco, y el blanqueo de situaciones de violencia o abuso similares por parte de otros exalumnos.

Fuente: QuePasa / Infobae / La Nación