El partido del Matador bajo la mirada de un hincha. Tigre vs. Chicago.
Por Juan Dall 'Occhio
El árbitro cobró penal cuando el mediocampista se escapaba para el gol. Nada podían hacer ya los defensores, que estaban más preocupados y pendientes de lo que sucedía afuera que de lo que sucedía adentro. En el mismisimo juego, en el mismisimo campo de fútbol, tan cruel y noble. Un día te tiene allá arriba, en el cielo de los grandes y otro día te sepulta en el fuego mismo del infierno. El árbitro cobró penal y no había vuelta atrás, tampoco había dudas en su fallo: fue penal, un penal clarísimo. Entonces los doce pasos, esos doce pasos que te enseñan de chiquito en la calle, en el campito, en los arcos improvisados de los recreos de la escuela. Doce pasos que pueden ser largos, medianos o cortitos, pero siempre son doce. El arco siempre enorme para el arquero, el arco siempre chico para el pateador.
La carrera, la distancia, las miradas. El pateador será el justiciero, será el verdugo, pero con su yerro puede brindar clemencia y libertad. El arquero representará al ajusticiado, al villano atrapado infraganti, el responsable de miles que se defienden con lo único que le queda, sus manos. La gente, las multitudes presentes como tribunal que apruebe o repruebe el fallo.
La presión sobre uno y otro, la expectativa. El pateador pones sus brazos en jarra, mira una punta, mira la otra, piensa y decide en el último minuto. El arquero suda, le cae una gota de la frente al césped.
El pateador y el arquero, Morel y el Mono. Una multitud expectante, la invasión y el final anunciado por la policía. Ocho años después, el pateador el Chino, el arquero... otro animal, un Oso. Esta vez no hay invasión, esta vez el escenario es mucho menos hostil, es mucho menos oscuro, es mucho menos violento.
El pateador corta carrera, se acerca, mira, cambia la punta y nada que hacer para el arquero. Gol de Tigre, el gol pendiente, el penal que se demoró uno, dos, tres, ocho años en ser pateado. Justicia poética para el matador. Doce pasos, uno más y Victoria de Tigre.
Ahora sí las hicimos todas, ahora sí estamos preparados para todo lo que viene.
Señoras y señores del fútbol mundial, ha vuelto el Matador.