Julio De Posada, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de San Isidro, dialogó con QUE PASA y analizó al situación del sector en el marco de la recesión económica. Sostuvo que si bien "los comercios están soportando una caída en la actividad", desde el sector "hay expectativas con lo que pueda pasar a mediano plazo" con un posible repunte de las ventas.
"Hay una gran expectativa con las modificaciones y cambios que hay, como la forma de simplificar y agilizar los trámites. La expectativa es favorable", definió De Posada y agregó que "por otro lado, los comercios están soportando hace varios meses una fuerte depresión de la actividad".
En este sentido, indicó que "las cifras de CAME son muy claras, casi todos los rubros han sufrido caída, unos más que otros. Rebote no hay todavía, aunque hay algunos que su actividad no decreció tanto". Entre los sectores que menos sintieron el impacto de la recesión en San Isidro, De Posada afirmó que podría ubicarse a la gastronomía. "Ellos tienen su pico muy importante los fines de semana, y no han sentido tanto el golpe. Ha salido bien parada, la gente a pesar de todo, todavía sale a comer", sostuvo y agregó que tampoco los artículos de gran valor, como joyas, han sufrido la merma de consumo. Por el contrario, dijo que las caídas más marcadas se dieron en rubros como indumentaria o calzado.
Además, el titular de la Cámara de Comercio e Industria sanisidrense dijo que los comerciantes "están resistiendo" a los cierres de sus locales porque "hay una expectativa muy favorable y por eso hace todo para poder salir adelante". "En la pandemia cerraron la mitad de los comercios, poco a poco se fueron recuperando. Ahora hay una expectativa de que a la larga o a la corta esto va a repuntar y eso los mantiene activos y vivos", añadió.
La expectativa se da, en palabras de De Posada, porque "si bien la escalada de los precios ha sido enorme, ahora hay una inflación en caída, hay una apertura de nuevas herramientas para la venta: más crédito, más cuotas, más facilidades. Eso permite mantener ciertos niveles de venta, ir sobreviviendo".
"Para el comerciante hay algunos costos menores, que han ido reduciéndose, como impuestos y tasas, que van aportando un poco", culminó.