Desde el año pasado, en el Club Gaynor de Villa Martelli se lleva adelante una propuesta que complementa la cultura, el circo y la inclusión social: las clases de circo gratuitas en Vicente López, un trabajo coordinado entre el Municipio y la Escuela Circo del Sur. Funciona los martes y jueves, en el espacio ubicado en Moldes 4996, de 17.30 a 20 horas con una clase integral de circo, conformada por tres disciplinas: malabares; acrobacia (individual y grupal) y Tela, y coordinada por dos profesores profesionales en cada una de las estaciones de entrenamiento.
Para participar, Daniela Rufolo, coordinadora de Circo del Sur, cuenta que sólo son necesarios dos requisitos indispensables: el primero, tener entre 12 y 21 años de edad, y el segundo, “tener muchas ganas de divertirse aprendiendo. Lo ideal es que se acerquen para conocer nuestra actividad y allí mismo realizamos la inscripción. Deben tener en cuenta que el Transporte gratuito del Municipio (Transporte del Bicentenario) los deja a una cuadra del Club”.
En cuanto a los destinatarios de los encuentros, Rufolo destaca que “si bien es cierto que trabajamos con una población de cierta vulnerabilidad social, esto no es excluyente, porque justamente nuestra propuesta apunta al trabajo con la diversidad de géneros, de edades y de pertenencia de clase social”.
- ¿Cuál es la importancia de la cultura y el arte en la inclusión social de los niños y jóvenes?
Enorme. Consideramos que el arte constituye un mecanismo para generar nuevas formas de pertenencia, participación y organización comunitaria. Fundamentalmente resulta útil para promover cambios en el presente de niños y jóvenes posibilitando el desarrollo de sus capacidades de creación y autonomía y la construcción de lazos de pertenencia.
Desde el Circo del Sur sabemos que el circo es vida; el circo transforma y el arte circense es una herramienta poderosa para impactar en la vida de las jóvenes que necesitan “un impulso”. Con la práctica de actividades circenses cada joven desarrollará la capacidad de riesgo, de enfrentar y vencer miedos, de perseverar, de concentrarse y de trabajar en equipo. Cada práctica nos otorga la posibilidad de observarnos a nosotros mismos y al otro; de tomar conciencia de nuestros movimientos en un espacio físico determinado y nos permite desarrollar nuestra capacidad para resolver creativamente situaciones o conflictos cotidianos.
Nuestra metodología se basa en el juego, el afecto y la creatividad, que son el lenguaje inherente del joven. Con este lenguaje, y dentro de una enseñanza para la vida a través del arte, buscamos complementar la formación de cada uno de los pibes que se acerca a nuestra escuela en Villa Martelli.