Los incendios en el delta llevan meses devastando la flora y la fauna en la región mesopotámica de nuestro país. Provincias como Corrientes, Entre Ríos e incluso Buenos Aires han sufrido durante el último tiempo estas acciones intencionales que dejan grandes consecuencias y destrozos medioambientales.
Semanas atrás, las regiones de islas de Escobar y del delta de San Fernando fueron víctimas en primera persona estos ataques, que desde las autoridades definen como intencionales, y ante esta situación la comunidad volvió a alzar la voz pidiendo por el urgente tratamiento de la Ley de Humedales.
Leonardo Grosso, diputado nacional del Frente de Todos y presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, dialogó con QUE PASA sobre el estado parlamentario del proyecto, y evacuó algunas dudas sobre su alcance y las herramientas que brinda este marco jurídico para prevenir la destrucción del ecosistema del delta.
El proyecto que perdió estado parlamentario en marzo de 2022 había tenido sanción en la comisión de Ambiente que presidía Grosso, pero luego no siguió el mismo camino en las de Agricultura y Presupuesto. “Durmieron en los laureles el proyecto de ley”, cuestionó Grosso y agregó que “pretendemos que esta vez, en una comisión conjunta, se avance sobre eso”.
“El lobby económico de algunos sectores influye mucho en los diputados y las diputadas y hay quienes no quieren sentarse a debatirlo y que no prestan su acuerdo para que este sea un tema prioritario en la Cámara de Diputados. Algunos incluso pueden hacer declaraciones en los medios a favor de la Ley de Humedales, o en las redes sociales, pero lo cierto es que después no se sientan a debatir un proyecto y sobre todo un proyecto que viene con consenso de la comunidad científica y de los sectores ambientalistas”, manifestó el referente del Movimiento Evita.
“Mientras tanto, el agro negocio, los sectores concentrados de la economía, siguen llevando adelante prácticas que nadie regula y que por el resultado de esa falta de regulación, destruyen estos ecosistemas enormemente, como está pasando con el delta del Paraná. 400 mil y pico de hectáreas prendidas fuego en lo que va de estos dos meses y va a seguir habiendo focos de incendio porque lo que buscan es el rebrote, para que el ganado que están criando sobre los humedales del Delta del Paraná, puedan alimentarse”, explicó el legislador.
En este sentido, dijo que estas prácticas no son sólo de los pequeños chacareros, sino de la mayoría de los que se dedican a este tipo de actividad económica. “Los grandes ganaderos tienen las mismas prácticas, no se trata del tamaño. ¿Por qué es esa práctica? Porque en el delta del Paraná no crece un pasto fácil de comer para la vaca y la vaca no come el junco o el pasto seco de ese lugar, entonces lo prenden fuego para que en septiembre rebrote y ese rebrote más tierno es el que alimenta a la vaca y hay más disposición de ese rebrote para que la vaca coma y engorde más rápido. Es una práctica milenaria, eso es cierto. Es una práctica que utilizan tanto pequeños como grandes productores de ganado”, definió Grosso.
“También es una práctica que los pequeños o medianos productores de ganado utilizan para expandir su influencia. Ellos tienen, por ejemplo, 100 hectáreas y cuando prenden fuego, se queman 150 hectáreas. Porque el resto de las hectáreas por ahí son tierras del Estado o tierras no adjudicadas a nadie y ellos hacen que su ganado también paste ahí. Entonces van expandiendo también la frontera de la tierra productiva en el Delta del Paraná sobre la tierra de humedal tradicional, digamos. Afectando fuertemente ese ecosistema porque lo que pasa ahí también es que una vez que se prende fuego el humedal, después tiene poca capacidad de absorción de agua”, detalló.
En relación a lo ocurrido en Corrientes, más precisamente en los Esteros del Iberá, donde una foto se hizo viral por la rápida recomposición del ecosistema tras los graves incendios, Grosso fue precavido. “Una cosa es el brote verde de la superficie y otra cosa es la capacidad de ese ecosistema de absorber agua, de cuáles son las plantas que crecen, los animales que se reproducen, de hecho no se ven yacarés pequeños porque se prendieron fuego todos sus nidos”, afirmó y señaló que el gobierno de Corrientes “fue uno de los que más se opuso al proyecto de ley”.
“Si hace 3 años que hay sequía en el delta del Paraná, hace 3 años que hay una bajante histórica del Río Paraná, no podés prender fuego. Porque no tenés los arroyos que pasan por el medio, que son cortafuegos naturales, no tenés humedad en la tierra, no tenés mucha biomasa seca disponible para prender fuego y por lo tanto de rápida combustión, hay un montón de cosas que hay que tener en cuenta y por eso es importante que el Estado regule”, aseguró y dijo que “muchas veces, el chacarero grande o pequeño, o el arrocero o el que desarrolla minería o un emprendimiento inmobiliario no tiene en cuenta, porque no conoce o porque prioriza sus ganancias”.
En relación a las herramientas con las que cuenta el proyecto de ley para prevenir este tipo de daños ambientales, Grosso también fue contundente: “La ley no busca culpables, lo que la ley hace es prevenir una situación. De la culpabilidad se encarga el Código Penal.”
“Con la ley, el Estado regularía los usos y las actividades económicas sobre los humedales. Cada provincia debería generar un inventario de humedales, es decir identificarlos, ordenar el territorio. A partir de identificar la zona de humedal se autorizan o no determinadas actividades, y todas las actividades, autorizadas o no, tienen que contar con la correspondiente evaluación de impacto ambiental, por lo tanto saber cómo va a incidir esa actividad a través de una evaluación previa y en función de eso los permisos”, indicó Grosso.
“Es planificar la actividad humana que no afecte los servicios ecosistémicos de estos ecosistemas que son muy importantes porque el agua es un bien escaso en el mundo y si nosotros afectamos los humedales que son quienes conservan, preservan, limpian y hacen que esa agua vaya a nuestros acuíferos, estamos directa e indirectamente afectando la posibilidad de seguir produciendo y seguir viviendo en esas regiones y en nuestro planeta”, analizó el presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la cámara baja.
Ahora, la tarea es construir una comisión conjunta que trate el proyecto. “Debemos acordar con los distintos presidentes de las comisiones. Nosotros tenemos a Carlos Heller (en Presupuesto y Hacienda) con quien hemos hablado y estamos de acuerdo y a Ricardo Buryaile (Agricultura) con quien hemos hablado y no está de acuerdo en la severidad del tema y hoy estaría bloqueando la posibilidad de hacer una conjunta entre Agricultura, Presupuesto y Ambiente”, cerró.