Cada 8 de octubre se celebra el Día Internacional de la Dislexia, fundado por la Asociación Europea de la Dislexia con el objetivo de concienciar sobre el trastorno que afecta a alrededor del 10% de la población mundial.
El trastorno representa el 80 o 90% de todas las personas con discapacidades de aprendizaje, y es el más común de todos los trastornos neurocognitivos.
¿Qué es la dislexia?
La dislexia se utiliza como un término para un trastorno que se caracteriza por dificultades graves en las habilidades de lectura, ortografía o escritura. Una persona puede experimentar una sola de estas dificultades o una combinación. El trastorno es el resultado de diferencias individuales en áreas del cerebro que procesan el lenguaje, define el Mayo Clinic, y hace la vida difícil para todos los que la experimentan.
La dislexia, que a veces puede no diagnosticarse durante años, implica dificultad para leer debido a problemas para identificar los sonidos del habla y aprender cómo se relacionan con las letras y las palabras.
La investigación ha demostrado que la dislexia no se debe a problemas con la inteligencia, la audición o la visión. La mayoría de los niños con dislexia pueden tener éxito en la escuela con tutoría o un programa de educación especializada.
Aunque no hay cura para la dislexia, la evaluación temprana y la intervención dan como resultado el mejor resultado.
Las señales de advertencia
Los signos de dislexia pueden ser difíciles de reconocer antes de que un niño ingrese a la escuela, pero algunas pistas tempranas pueden indicar un problema, que incluyen:
- Hablar tarde
- Aprender nuevas palabras lentamente
- Problemas para formar palabras correctamente, como invertir sonidos en palabras o confundir palabras que suenan iguales
- Problemas para recordar o nombrar letras, números y colores
- Dificultad para aprender rimas infantiles o jugar juegos de rimas
Una vez que un niño está en la escuela, los síntomas de la dislexia pueden volverse más evidentes, incluyendo:
- Leer por debajo del nivel esperado para la edad
- Problemas para procesar y comprender lo que se escucha
- Dificultad para encontrar la palabra correcta o formular respuestas a las preguntas
- Problemas para recordar la secuencia de cosas
- Dificultad para ver similitudes y diferencias en letras y palabras
- Dificultad para deletrear
- Evitar actividades que impliquen leer
El tratamiento
No existe una forma conocida de corregir las diferencias cerebrales subyacentes que causan la dislexia. Sin embargo, la detección temprana y la evaluación para determinar las necesidades específicas y el tratamiento adecuado pueden mejorar el éxito. En muchos casos, el tratamiento puede ayudar a los niños a convertirse en lectores y escritores competentes.
El tratamiento se centra casi exclusivamente en técnicas educativas, generalmente con maestros que se especializan en el tratamiento de la dislexia. Las evaluaciones de las habilidades académicas y de lectura de una persona ayudarán a los profesionales a desarrollar un programa de enseñanza individual.
Dislexia en Argentina
En Argentina, las personas que sufren de dislexia están protegidas por una ley, que “garantiza el derecho a la educación de personas menores y adultas que tienen una Dificultad Específica del Aprendizaje (DEA).”
El Ministerio de Educación, en colaboración con el Consejo Federal de Educación y el Consejo Federal de Salud, es la autoridad de aplicación de esta ley, 27.306, que establece los medios para detectar las necesidades educativas de quienes presentan DEA, planifica la capacitación docente, coordina campañas de concientización, y elabora adaptaciones para favorecer el aprendizaje.
Bajo esta ley, los establecimientos educativos deben garantizar que las personas que experimentan DEA tengan más tiempo para completar tareas y exámenes, puedan evitar escritura extensa, recibir evaluación y calificación ajustadas, y tener la opción de procedimientos de detección y diagnóstico tempranos.
Escribe Addie Slanger para QUE PASA
