LLA-PRO en PBA: ¿Hay o no acuerdo?

Tensiones por Vicente López. Coordinadores sin poder. Sin nombres, toda la apuesta al sello.

Tras el anterior envío de este newsletter, un lector me azuzó: “palpita peronismo”, contestó, recriminándome por un claro desbalance informativo entre las principales internas que conforman esta trama política que buscamos narrar en este espacio. En este envío intentaremos pagar ese reclamo, bastante más benévolo que el de YPF.

Escribo esto y está terminando el congreso del PRO Provincia, y me cuentan que el documento que se publicará contará dos cosas: que el acuerdo con La Libertad Avanza no está, pero que es muy probable que se logre antes del 9 de Julio.

Las negociaciones en la provincia se demoraron durante meses, supeditadas a la evolución de la campaña en la Ciudad. Con la contundente victoria de los libertarios en la casa del PRO, se aceleraron los tiempos y, rápidamente, Cristian Ritondo —junto al hombre de Karina Milei en la provincia, Sebastián Pareja— anunció un acuerdo que, en los hechos, no expresaba más que una voluntad.

Pasaron los días y ese acuerdo, como te contamos en ediciones anteriores, empezaba a ponerse en duda y a inquietar a los jefes comunales “amarillos”, que no veían en Ritondo a un interlocutor de sus intereses, ni tenían la seguridad de poder encarar el proceso electoral con garantías para conservar su fuerza en los concejos deliberantes.

Finalmente, después de quejas y resquemores, los acuerdos empezaron a encaminarse en dos mesas que gestiona Sebastián Pareja en paralelo con dirigentes del PRO, ex PRO o en vías de dejar de serlo.

Pareja mantiene reuniones, por un lado, con el presidente del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, el diputado Diego Santilli y el intendente de Mar del Plata, el sanisidrense Guillermo Montenegro (dicen que quiere volver al AMBA).

En la otra mesa se sientan con Pareja los principales dirigentes “ex PRO” (o en vías de dejar de serlo) cercanos a Patricia Bullrich: Diego Valenzuela, Gerardo Milman y el intendente de San Isidro, Ramón Lanús.

En esas mesas ha habido algunas definiciones: la boleta será color violeta (si es que hay color, y no todo blanco y negro como quieren algunos en el peronismo) y llevará el sello de La Libertad Avanza.

Los intendentes del espacio tendrán “la lapicera” y gobernabilidad asegurada. Eso, nos cuentan, estaría acordado para todos los distritos, excepto los que dependen directamente de Jorge Macri, léase Vicente López y Junín.

En el resto de los distritos, los “sin tierra”, para usar la vieja terminología PRO, la lapicera la tendrá La Libertad Avanza y se buscarán listas integradas con prevalencia violeta sobre el amarillo.

¿Qué pasa en Vicente López? Ahí va: a las pocas horas de aquel primer anuncio de Pareja-Ritondo ya había un síntoma que ponía en duda el acuerdo, y ese síntoma era Vicente López, con los dirigentes de LLA locales asegurando que no iban a acordar con la intendenta Soledad Martínez.

¿Cuál es el problema con la vicepresidenta del PRO? Ninguno. “El problema es con los Macri. Vicente López y Junín son los distritos que responden directamente a Jorge Macri”, asegura una fuente libertaria.

Son varios los motivos que pusieron a Jorge —y a Mauricio— Macri entre ceja y ceja de los hermanos Milei. El desdoblamiento fue la expresión política. La decisión de Jorge Macri de adelantar las elecciones fue entendida, desde la Rosada, como una declaración de guerra. Pero además, Jorge Macri puso como asesor principal de campaña al catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, después de que Javier Milei diera la orden de que el consultor no trabajara más en la Argentina, responsabilizándolo por la “campaña sucia en 2023”, cuando tuvo a su cargo el diseño de la campaña presidencial de Sergio Massa. A esto se le suman las declaraciones de Mauricio sobre Karina, que fueron recibidas como un maltrato que los hermanos Milei no olvidan ni perdonan (aún).

Todos los amarillos con los que hablamos por estas horas creen que el acuerdo se va a cerrar. “Pero será después del fin de semana, seguramente el martes”. Entienden que lo que sucede con Vicente López es una forma de desgaste y de cerrar la posibilidad de un legislador provincial para el distrito del norte del conurbano (Jorge Macri-Agelici “pusieron” a Cristian Gribaudo, que debería renovar en el Senado provincial por la primera).

Siguiendo al violeta

Haciéndonos cargo del reclamo que contamos al principio, en estas últimas semanas giramos mucho por locales violetas del conurbano, estuvimos en presentaciones de mesas políticas, mantuvimos off con algunos coordinadores.

Hay una disparidad enorme en el perfil de quienes tienen el rol de “coordinador” en los distritos. Pero en esa disparidad, todos saben, a diferencia del 2023, que la definición de la lista violeta local no está en sus manos. Recuerdan con algún temor que se repita cómo el trabajo de los coordinadores quedó desplazado en las últimas horas antes del cierre, cuando el acuerdo de Karina Milei con el peronismo impuso en muchos distritos candidatos en las listas violetas que nada tenían que ver con la construcción de La Libertad Avanza. Así fue que varios de los entonces coordinadores salieron a denunciar que LLA había “vendido” las listas. Ninguno de esos denunciantes forma parte hoy del armado de Milei en la provincia. Quienes aceptaron entonces las “reglas del juego” callados, siguen en el espacio y han “cobrado” con cargos y contratos en distintos organismos.

Distintos tonos del violeta


Para pintar un poco los contrastes que se dan entre los violetas en distintos distritos, voy a contarles dos del cordón costero norte: Vicente López y San Fernando. En estos estuve personalmente.

En Vicente López, el coordinador es Luis Palomino, con pasado radical, hoy concejal. Realizó una presentación de la mesa política convocando a la prensa, con una rendición de cuentas del trabajo realizado en el HCD durante este año y medio, con proyectos para el distrito, con críticas a la gestión fundamentadas. Palomino habló claro sobre el acuerdo con el PRO y, como les contamos, salió a romper, entendemos que con órdenes de hacerlo. Estuvo rodeado por exfuncionarios del Japonés García, histórico intendente radical K. Presentó a una desconocida “vecina y comerciante”, sin pasado en la política, como quien encabezará la lista. Nos cuentan que es amiga de Karina, también vecina de Vicente López.

San Fernando hizo una presentación cerrada. No solo no convocó prensa, sino que tampoco lo anunciaron en redes oficiales del espacio hasta una vez realizado. La tensión de la interna que tienen los libertarios en el distrito invitó a estos “recaudos”. Kevin Buj, quien asumió la coordinación en marzo tras desplazar a Raúl Ávila, encabezó el encuentro. Tuvieron que interrumpir la presentación para pedirle que prenda la luz, porque todo comenzó con la mesa totalmente a oscuras. En los 30 minutos que duró no hubo un solo proyecto, idea, ni mucho menos el dar cuenta del trabajo realizado. No hubo mención alguna al PRO y, después de los slogans “pintar de violeta” o “las ideas de la libertad”, lo más repetido fue “dejar de lado egos”, en clara alusión a la interna que intentaron disimular (quizás por eso la falta de luz) o culpar a los Andreotti.

La crítica más importante que se escuchó al gobierno local fue el “nepotismo”. Tiene asidero. Pero en la mesa estaban Buj y su padre; Ávila y su hija (concejal); Poggi (exfuncionario de Andreotti) y su mujer; Andrea Vera, hija del Nene Vera, hombre de Pareja en la primera sección electoral. Todo en familia.

Saliendo de estos contrastes, los coordinadores, al momento de hablar de candidaturas, bajan la línea del espacio: “Lo que vale es el sello”, una reedición de la fórmula que usó el kirchnerismo para ningunear a Scioli en 2015, aquello de “el candidato es el proyecto”.

Más allá de los cierres, de cara a septiembre, los libertarios buscarán nacionalizar una elección local y centralizar una elección que está fraccionada en 8 secciones electorales. Seguramente el color violeta (insisto, si hay color en las boletas) y el nombre del espacio tendrán una preponderancia en el diseño final de la boleta, por sobre las fotos y los nombres de los candidatos. Y eso lo harán prevalecer en las negociaciones.

PD1. Las re-re parece que no salen en 2025.
PD2. ¿Alguien sabe en carácter de qué, frente a una elección seccional, Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, pone carteles en San Isidro (¡!) y otros distritos de la primera?

Nos leemos en unos días.