"Es una forma pacífica y efectiva de demostrar el descontento de la gente ante los aumentos. La idea no es afectar los niveles de ingresos de los supermercados sino manifestar el estado de protesta de los consumidores frente a las permanentes remarcaciones de precios que tienen un alto componente especulativo", explicó Héctor Polino, titular de Consumidores Libres, en declaraciones para Radio 10, sobre la convocatoria hecha para hoy.
El boicot busca explicitar el descontento e intenta revertir la tendencia que, según las proyecciones de Polino, llevaría la canasta básica a un aumento del 50% en 2016. Para los impulsores de la movida, las cadenas de supermercados abusan de la situación inflacionaria para remarcar continuamente sus precios. De esta manera, no estarían siguiendo a la inflación si no fomentándola. Por este motivo son objetivo de esta manifestación, que busca dejarlos en evidencia y obligar al estado a tomar medidas para controlar su accionar.
Por su parte, Pedro Bussetti, de Defensa de Usuarios y Consumidores, aseguró: “es posible el boicot, pero tiene que ser masivo, hay que hacer una alianza con sectores de trabajadores y organizaciones sociales. Si no, es un anuncio y queda ahí. No es sencillo convocar a un paro del consumo".