Por Nacho Alvarez*
¿Es posible que vuelva a tomar el poder una dictadura militar en la Argentina? Fue lo que nos preguntó una estudiante de 6° año cuando participé de una clase para secundaria sobre “Terrorismo de Estado en la última dictadura militar”. La pregunta queda en el aire y hoy no me animaría a una respuesta contundente. El reciente golpe de Estado en Bolivia, con un pronunciamiento militar y de las fuerzas de seguridad que derrocan a un presidente constitucional, muestra lo endeble de nuestras instituciones democráticas en la región. Si a eso le sumamos la persecución judicial a partir de Lawfare realizada contra líderes populares como Lula , Cristina y Correa, se hace más sombrío el diagnóstico. Decretos y doctrinas de seguridad que buscan dar impunidad a militares y fuerzas de seguridad ante la protesta social, son otra constante en la región. Todo ello ante el silencio de los s organismos de la política internacional.
Vamos caminando hacia un momento de inflexión muy importante de nuestra historia política. Hoy 10 de diciembre se conmemora el “Día internacional de los Derechos Humanos” , también en nuestro suelo recordamos el secuestro y desaparición en 1977 de Azucena Villaflor, fundadora de las Madres de Plaza de Mayo. Un 10 de diciembre de 1983 los argentinos logramos la vuelta a la democracia.
Este 10 de diciembre vamos a recordarlo como un día de conmemoración pero también de celebración , ya que asume en nuestro país Alberto Fernández y Cristina y con ellos la expresión de una genuina voluntad popular que quiere dejar atrás las recetas neoliberales del FMI y volver a poner en el camino del crecimiento a nuestra argentina. Este proceso se dará de manera compleja por los grandes montos de deuda externa contraídos por Macri y con ello la influencia de los organismos internacionales de crédito y su accionista mayoritario EEUU. El poderoso del norte vuelve con fuerza para asentarse su política de patio trasero para con Latinoamérica, que nunca abandonó pero que en algunos momentos suavizó. Somos testigos como los gestores del Plan Cóndor y quienes impusieron y avalaron las últimas dictaduras militares, vuelven a vulnerar la libre elección de los pueblos, al avalar y festejar el golpe de estado en Bolivia. En este contexto debemos cuidar más que nunca las instituciones democráticas de nuestro país, defender la unidad del peronismo y la voluntad popular que expresó de manera contundente nuestro pueblo en las urnas y a la vez, fortalecer los espacios de institucionalidad y participación popular de nuestro país, nuestra provincia y nuestro municipio. Por lo que deberemos involucrarnos y acompañar al gobierno dejando lo mejor de nosotros: trabajo, honestidad y patriotismo.
El movimiento popular argentino es la expresión de una historia de lucha por una mejor vida basada en la conquista de los derechos civiles y políticos, logrados a principios de siglo XX liderados por la Unión Cívica radical, y la conquista de los derechos sociales por el peronismo a mediados del siglo XX. Es un orgullo de nuestra tradición política y democrática. En el siglo XXI los argentinos entendimos que debemos garantizar el pleno ejercicio de los Derechos Humanos y fue muy importante su institucionalización liderado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner junto a los organismos de DDHH como política de Estado. Un hito en nuestra historia que ni la corte suprema ni el gobierno de cambiemos pudieron socavar .
Hoy la Argentina se encuentra en un momento bisagra, nuestra tradición política y la lucha de los Organismos de Derechos Humanos nos permite tener fe en un horizonte democrático y sin interrupciones a la expresión popular. Sin embargo, debemos custodiar y cuidar con todas las fuerzas la democracia y junto con ello el crecimiento económico. Debemos ampliar y recuperar derechos y no caer en las provocaciones de las minorías violentas que buscan oponer a los Derechos de las mayorías sus privilegios. Templanza y convicción frente a la desinformación y las agravios de las minorías autoritarias que creen ser dueñas del país y de su destino.
Este día de los Derechos Humanos y de la vuelta a la democracia sigamos respondiendo con responsabilidad histórica como nos marca la unidad del peronismo y del movimiento obrero, unidad de las organizaciones sociales y de todo el campo popular. Sigamos respondiendo con mayor ampliación de Derchos como nos enseñan las mujeres argentinas. La respuesta ante este momento Argentino y regional la encontraremos con más democracia y trabajando por esa Argentina que soñamos. Se lo debemos al presente y a las futuras generaciones.
*Nacho Alvarez es Lic. en Ciencia Política,, militante peronista de San Fernando y concejal de distrito (2015-2019).