Hay momentos que quedarán por siempre en la retina del hincha. Para el de Chacarita, aquel ascenso a Primera División logrado el 8 de junio de 2009 en un increíble partido frente a Platense en el estadio de Gimnasia de La Plata, será un recuerdo imposible de borrar.
Se armó bien Chaca para afrontar el campeonato de la Primera B Nacional 2008/2009. Tenía jugadores que estaban transitando por un excelente momento. El firme Tauber en el arco, el sólido Mariano Echeverría en la zaga, el juego de Federico Vismara en el medio y los puntas de adelante, Javier Toledo y Matías Alustiza, eran motivos suficientes como para que el equipo, mínimamente, estuviera entre los primeros lugares de la tabla.
De la mano de Ricardo Zielinski, quien suplió la ida de Pedro Monzón en la primera parte del certamen, el Funebrero lograría el ascenso aunque, fiel a la historia de Chacarita, se sufrió.
Se sufrió tanto que el ascenso directo se materializó sólo dos fechas antes del cierre, en la jornada 36, que situaba a Chaca visitando a Platense en el Bosque de La Plata. ¿Por qué se jugó allí? Sencillamente para evitar posibles incidentes, teniendo en cuenta, además, que el cuadro calamar peleaba por no descender a la B Metropolitana.
Y se sufrió aún más porque el ansiado gol del ascenso fue a los 44 minutos del complemento. Centro cruzado, Mariano Echeverría lo capitalizó, se las ingenió y sacó un tremendo sablazo inatajable para el arquero rival. Fiesta en San Martín, el Funebrero volvía a la elite del fútbol argentino tras cinco años, en lo que sería, hasta hoy, su anteúltimo regreso a la máxima divisional.
Las celebraciones no tardaron en llegar. Ni bien concluido el juego, los simpatizantes del Tricolor se acercaron a la Plaza de San Martín para festejar un nuevo ascenso, un nuevo logro, un nuevo momento, de esos que aún no se olvidan, ni habiendo pasado 13 años.
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