Antes que nada debo decir que este director no es para cualquiera. Esta será una obra admirable para quienes disfrutamos que un plano dure unos segundos más de la cuenta o que una situación conduzca a otra sin ninguna relación de causa y efecto. Por lo menos de forma aparente. Jim Jarmusch no hace películas de efecto, hace un cine para pensar. En este caso, para repensar la vida cotidiana. Paterson es una película de observación, un retrato naturalista de la vida misma que tiene un ritmo propio.
Jarmush nos invita a compartir una semana en la vida de Paterson, chófer de colectivos de Nueva Jersey, en una ciudad que lleva su mismo nombre. Tiene una rutina diaria, una mujer que lo quiere, un perro al que pasea por las noches y una ambición dormida de poeta. El actor Adam Driver realmente se luce construyendo este personaje al que no le sobra ni le falta nada.
La película cuenta con la ironía típica de Jarmusch. Su particular estilo del humor y los finales agridulces estampan su sello de autor.
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