Martín Santiago Del Rio, el comerciante detenido como principal sospechoso del doble crimen de sus padres en Vicente López, presenta “trauma y daño psicológico” y mecanismos de defensa esquizoides, obsesivos y maníacos, según las conclusiones de las pericias psicológicas del informe que la Asesoría Pericial de San Isidro les envió esta mañana a los tres fiscales de Vicente López que llevan adelante la causa.
Los profesionales explicaron que sus conclusiones surgieron a partir “de los datos obtenidos en la lectura psicológico-forense del expediente, de las entrevistas realizadas y del análisis global de las pruebas administradas”.
El primer párrafo del informe con las conclusiones marca que “se observan indicadores de trauma y daño psicológico junto a la presencia de un blindaje defensivo de tipo esquizoide, apela a mecanismos de defensa obsesivos y maníacos, que le permiten al causante una significativa sobreadaptación y de esta manera responder a las exigencias que le presenta la realidad”.
En otro tramo del reporte, los profesionales señalan que “respecto a la modalidad de relación se registran en el causante vínculos simbióticos-dependiente”. Por último, los peritos hacen la recomendación de volver a evaluar en una segunda oportunidad y con mayor profundidad al acusado.
“Se aconseja respetuosamente efectuar una reevaluación del Sr. Martín Santiago del Rio en un período no menor a un año, para así analizar y comparar los resultados de ambas evaluaciones y poder determinar con validez y confiabilidad aquellas variables estables que configuran los rasgos y caracteres de su personalidad”, concluye el informe.
Según informan fuentes judiciales, los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería aguardaban recibir en los próximos días los resultados de las pericias psiquiátricas que se realizaron en otras entrevistas y con médicos especialistas en esa área, para tener un panorama más completo de la salud mental y la personalidad del imputado.
Para los fiscales el móvil del asesinato a José Enrique Del Rio (75) y su esposa María Mercedes Alonso (72) fue económico y está vinculado a los desmanejos financieros del imputado con los bienes y negocios familiares y la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que ese mismo día iban a mudarse a un lujoso departamento del barrio porteño de Núñez, valuado en más de un millón y medio de dólares, y que Del Río hijo nunca pudo concretar.
La defensa de Del Río, a cargo de la abogada Mónica Chirivin, apeló hace dos semanas la prisión preventiva de su cliente ante la Cámara de San Isidro, al cuestionar, entre otros puntos, el cambio de la data de muerte de las víctimas, la testimonial de la amante y los reconocimientos que lo identificaron como el "caminante encapuchado" que llegó y se retiró de la escena del crimen.
También pidió que su cliente sea beneficiado con una prisión domiciliaria con tobillera, por sus problemas de diabetes, hipertensión y colesterol.
A su vez, en estos días, el equipo de fiscales de Vicente López ordenó una serie de peritajes para intentar obtener evidencia científica: ADN sobre el eventual material genético que se halle bajo las uñas de las víctimas (por si alguno llegó a arañar al asesino), cotejos balísticos con las vainas y proyectiles secuestrados en la escena y las autopsias y el análisis del distinto tipo de calzado del imputado.