Estudiantes y familias de la Escuela Técnica Werner von Siemens de Villa Ballester, en el partido de San Martín, se congregaron este jueves frente al establecimiento, que depende de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para manifestarse contra la reciente noticia de que el colegio podría ser trasladado a San Miguel, a 22 kilómetros de su ubicación actual.
La comunidad educativa, compuesta por cerca de 130 alumnos de entre 13 y 18 años, se encuentra en una situación de incertidumbre. Si se lleva a cabo el plan de las autoridades, muchos de estos jóvenes deberán reconsiderar su futuro académico, ya que el traslado diario de 22 kilómetros resulta inviable para muchos de ellos.
A través de un comunicado, las familias expresaron su preocupación: "Nos enteramos de esto porque un alumno lo vio en redes sociales hace 10 días. A partir de ahí, los estudiantes se acercaron al director Santiago Poggio, quien confirmó que debían mudarse. Esta decisión, tomada sin consultar ni consensuar con los padres, afecta directamente a nuestros hijos, comprometiendo su derecho a la educación debido a un desplazamiento que no solo es geográficamente inviable, sino también injusto".
La escuela fue fundada en 1956 como "escuela fábrica" de la empresa Siemens S.A., sobre Ruta 8. Así funcionó hasta el 2013 en que fue transferida a la UTN, la que creó sobre esa base a su actual Escuela Tecnológica Universitaria "Werner von Siemens", la primera "escuela pre-universitaria" secundaria dependiente de esa casa de altos estudios.
Inicialmente, la escuela funcionaba adentro de las instalaciones de la empresa Siemens, pero debió salir de la fábrica por cuestiones de seguridad e higiene. Entonces padres, docentes y directivos se movilizaron junto a autoridades locales y la Fundación Siemens para conseguir el espacio en un predio del Hogar María Luisa, que se alquiló sobre la calle Martín Lange 4377. Según contaron los padres de los alumnos a QUE PASA, en 2017 la UTN dejó de pagar el alquiler y a fines de 2022 el hogar les inició un juicio por desalojo. "Ahora se ven obligados a dejar el edificio, que depende del hogar. Y eso es lo que detona este conflicto. El problema es que nunca nos comunicaron a la comunidad que era tan drástica la situación", explicó a este medio Jésica, madre de un alumno de cuarto año de la escuela.
Para 2025 ya hay 60 chicos anotados esperando rendir un estricto examen en la semana del 21 de octubre, sin embargo, la partida presupuestaria para los nuevos ingresantes ya fue asignada a San Miguel. Los futuros alumnos son en gran mayoría de zonas cercanas a Ballester y no fueron informados que, de aprobar el examen, tendrían que empezar sus estudios a más de 20 kilómetros de allí.
En las últimas horas, según lo que informaron las familias a QUE PASA, la institución notificó a los padres que las inscripciones para el ciclo lectivo 2025 quedaron "momentáneamente suspendidas". En diálogo con este medio, Jésica manifestó que "recién luego que los alumnos fueron a hablar con el director, les dijo que en 2025, todos los cursos iban a empezar a cursar en San Miguel".
"Estamos en una agonía total, con los chicos preocupados y angustiados, buscando vacantes en colegios cercanos de la zona donde podía inscribirse todo un junto. Además que no hay otro colegio de estas características en San Martín. Fue un atropello y una vulneración al derecho a la educación de nuestro hijos. ¿Cómo hacen para viajar hasta San Miguel? Hay un solo colectivo, que tarda dos horas en llegar", se preguntó la madre.
"Esto es un cierre encubierto. Que te digan que lo van a trasladar a 20 kilómetros no es más que eso. El colegio al que lo van a trasladar está lleno de cascotazos. ¿Quién nos garantiza la seguridad de nuestros hijos?", dijo Jésica y agregó: "Todo el presupuesto de 2025 está destinado ya a la cohorte de San Miguel, que se firmó a espaldas de las familias."
El Municipio se comprometió a brindar ayuda económica para alquilar un lugar en San Martín y, también, para las refacciones que sean necesarias para su puesta en funcionamiento para arrancar en 2025. En la reunión con los padres, entre las posibilidades provisorias surgió trasladar la escuela a un club de San Andrés, pero esa decisión dependerá del visto bueno de la UTN, que debería asignar un presupuesto también para la continuidad de la cohorte en San Martín.
