Tigre logró un enorme triunfo por la fecha 17 de la Liga Profesional ante Atlético Tucumán. Fue 2-1 con goles de Orihuela en contra en el primer tiempo y Santiago González en el complemento.
Tigre se presentó en Tucumán con tres modificaciones y un cambio de esquema: el regreso de Felipe Zenobio al arco y los ingresos de Medina y Nardelli para jugar con una línea de tres centrales. En el amanecer del partido, Maroni, de tiro libre, casi la cuelga de un ángulo y pone el 1-0. Lo que parecía ser un primer aviso de los muchos que se iban a venir, terminó en todo lo contrario.
El partido se volvió ordinario rápidamente y si bien Atlético Tucumán dejaba algunos espacios en su campo, al Matador le faltaba gente cuando Maroni agarraba la pelota en el círculo central. Medina y Garay no se proyectaban en ataque y la postura terminaba siendo demasiado defensiva, sumado a que el local se arrimó algunas veces con centros peligrosos.
El local comenzó a manejar la pelota y llegó a la apertura del marcador aprovechando las dudas de los centrales. Una serie de rebotes le terminó dejando la pelota a Tesuri en la puerta del área. Derechazo y a cobrar. A Tigre le costaba horrores generar jugadas elaboradas de ataque y estaba a punto de irse al vestuario sin patear al arco, hasta que un centro peligroso de Medina encontró la rodilla de Orihuela. En el intento por sacarla, el ex Tigre la metió en su arco y puso el 1-1 inesperado (pero bienvenido) para el Matador.
Con Leizza amonestado, Domínguez decidió sacarlo para poner a Cachila Arias y no arriesgarse ante lo rápido que estaba el terreno por la lluvia. Tigre trató de plantarse algunos metros más adelante e ir a buscarlo. Había espacios en ambos campos, por lo que el partido estaba para cualquiera. A los 17', Zenobio sacó del ángulo lo que era el 2-1 de Atlético Tucumán mientras Domínguez sacaba a Maroni para poner a Ramírez.
A partir de los 25', el trámite empezó a hacerse palo y palo. Cabezazo de Ramírez al poste derecho y Tucumán respondió con Estigarribia perdiéndose un gol abajo del arco. La cancha era un pantano, la pelota volaba por el aire y Tigre iba a los tumbos buscando la victoria, sabiendo que lo podía perder en cualquier jugada también.
Y de tanto intentar, llegó el premio para el Matador. Escalada de Monzón por derecha, Ramírez le dio mordido y el rebote le quedó a Santi González, el mejor de la cancha, que definió con el arco a su merced para estampar el 2-1. Los dirigidos por Domínguez aguantaron como pudieron el resultado y terminaron consiguiendo un triunfo fundamental.
No jugó bien Tigre, pero ganó. Santi González, Maroni y Felipe Zenobio, junto con el desgaste de Monzón, los puntos más altos. Con este resultado, el Matador quedó a un punto de Sarmiento y ahora tendrá dos semanas de descanso antes del próximo partido ante Boca.