Circulaba en su moto sin registro y no se detuvo. Recibió más de 10 balazos de goma y se encuentra internado con peligro de perder un ojo. El uso de estas armas sólo está permitido para defensa propia o de terceros ante agresiones.
El último sábado cerca de la medianoche, Brian Maximiliano Castillo de 19 años circulaba en su moto, comprada una semana atrás, después de haber conseguido trabajo en una empresa de logística. Había salido de la casa de unos amigos y volvía a la de sus padres en Benavidez cuando un móvil del Centro de Operaciones de Tigre (COT) comenzó a seguirlo. El joven aún no había contratado seguro, y no llevaba registro, por lo que no se detuvo. Desde el móvil de la fuerza municipal comenzaron a dispararle con balas de goma en la espalda y en la cabeza. El joven permanece internado en la clínica Independencia de Munro, con distintos traumatismos y con el peligro de perder un ojo.
"Mi hijo hace una semana había comprado la moto. No es una moto nueva, es una 110, no corre a 100 km/h como para que se ensañen. Tranquilamente lo podían haber corrido, o pedir apoyo, y detenerlo, secuestrarle la moto y si era necesario, llevarlo detenido, pero no esto, tantas balas que le pusieron y no sé si me pierde el ojo izquierdo" afirmó su madre Edith Olivieri, a nuestro medio, después de radicar la denuncia en una Fiscalía de Pilar por el acciona abusivo de los efectivos del COT.
Olivieri aseguró que su hijo presenta más de 10 marcas de balas de goma y distintos traumatismos. También afirmó que su hijo decidió arrojarse de la moto por el dolor y por la falta de visión tras el disparo en el ojo, y una vez en el piso los agentes de COT lo golpearon y patearon. Esto último fue desmentido desde el municipio de Tigre. "Yo entiendo que mi hijo actuó mal, de salir sin registro. Se asustó y no frenó. Pero no pueden hacer esto, ensañarse de esta manera. " afirmó la madre de Brian, que aclaró que su hijo nunca antes había sido detenido, ni posee ningún tipo de antecedentes policiales.
Consultado por Que Pasa sobre este caso, Manuel Tufró, coordinador del Equipo Seguridad Democrática y Violencia Institucional del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) afirmó que "La actuación policial en este caso muestra los graves problemas de uso irracional y abusivo de la fuerza que atraviesan a la Policía Bonaerense. El uso de las armas que disparan postas de goma sólo está permitido para defensa propia o de terceros ante agresiones. El hecho de que se trate de un arma menos letal que aquellas que disparan plomo no habilita su uso indiscriminado: está prohibido disparar a una persona que se está escapando. Si cometió una infracción, hay que perseguirla y detenerla. Estos problemas se ven agravados en el Conurbano bonaerense por las políticas de muchos gobiernos municipales que empoderan a las policías y las dotan de más recursos sin que, al mismo tiempo, se preocupen por implementar mecanismos para controlarlas".