En el marco de la pandemia, el municipio de Tigre viene realizando operativos de detección de coronavirus, en barrios vulnerables de la ciudad. Con las recorridas que ya abarcaron a mas de 20 barrios de la ciudad, sumados a los controles en los centros de salud, mas de 18.000 vecinos fueron evaluados en busca de casos sospechosos de COVID-19.
Desde el 18 de mayo y por medio del programa de asistencia activa, agentes de las áreas de Salud y Desarrollo Social recorrieron más de 4.266 hogares basándose en análisis de tres tópicos esenciales: salud, género y asistencia social y alimentaria. Tuvieron lugar en los barrios San Jorge y Bancalari, de Don Torcuato; Las Casitas, Don Bosco, El Progreso, El Claro, de Benavídez; Volta y Sagrada Familia, de Troncos del Talar; Parque Alegre, La Costilla y El Ahorcado, de Rincón de Milberg; Las Quintitas, Las Tunas, de General Pacheco; San Pablo y La Paloma, de El Talar; Parque San Lorenzo, de Ricardo Rojas; Nueva Esperanza y Almirante Brown, de Tigre centro.
Esta última semana, se volvieron a relevar los barrios Las Quintitas y Las Tunas de General Pacheco, Bancalari de Don Torcuato y Nueva Esperanza de Tigre centro; mientras que se sumaron El Palito, Nueva Esperanza y San Francisco, de El Talar; Astarsa de Tigre centro y Cina Cina, de Troncos del Talar. Hasta el momento, se han efectuado 291 testeos a vecinos que presentaron síntomas compatibles con el virus y se aplicaron 800 vacunas antigripales. Se prevé que las recorridas continúen en los próximos días.
Desde el municipio informaron en que consiste cada abordaje en una familia: personal del municipio, en colaboración con organizaciones sociales, toman la temperatura de los vecinos y se les pregunta si tienen síntomas de coronavirus; luego, especialistas en el área de género observan si existen situaciones de violencia familiar dentro de las casas y finalmente se realiza un análisis de necesidades alimentarias.
Por otro lado, en cada jornada está presente el móvil sanitario para la aplicación de vacunas antigripales a aquellos vecinos y vecinas que no hayan podido asistir a los centros de salud o polideportivos. De esta forma, se busca que las personas no se trasladen para vacunarse y así poder disminuir el riesgo de contagio.