Pedro Ilincheta, un joven de 28 años residente en el exclusivo Country Club Los Lagartos, en Pilar, fue detenido tras ser acusado de estafar a 14 amigos con falsas promesas de inversiones en criptomonedas. Según la denuncia, les habría solicitado un total de 276.991 dólares, garantizando altos rendimientos y sin riesgos de pérdida, pero jamás devolvió el dinero ni comprobó haber realizado las inversiones prometidas.
La Policía Bonaerense allanó su domicilio el pasado miércoles al mediodía, incautando celulares, tablets y computadoras que serán peritadas para avanzar en la investigación. La causa está a cargo del fiscal Raúl Casal, de la Unidad Funcional de Instrucción N° 1 de Pilar, quien imputó a Ilincheta por "estafas reiteradas en concurso real por la cantidad de personas damnificadas", un delito que podría implicar una pena de hasta seis años de prisión.
Los denunciantes, jóvenes de entre 25 y 28 años, explicaron que confiaron en él debido a la relación de amistad que los unía desde hacía una década. Según detallaron, los acuerdos comenzaron a mediados de 2022, cuando Ilincheta les propuso un “mini fondo” de inversiones con retornos de hasta el 26% trimestral y la posibilidad de retirar el capital en cualquier momento. Sin embargo, a principios de 2023 dejó de responder a mensajes y llamadas.
Según informó Infobae, los damnificados ante la Justicia aseguraron que Pedro Ilincheta fue convenciéndolos uno por uno. Los primeros acuerdos los cerró a mediados de 2022. Hablaba de crear “una estructura de negocios”. Para esta fecha los depósitos todavía oscilaban entre los 500 y 1.000 dólares. Los días previos a que se pinchara la promesa financiera, algunos llegaron a darle hasta 21.000 dólares: “Los ahorros de toda mi vida”, explicó uno de los amigos estafados en la presentación judicial.
“Estamos seguros de que se trató de una estafa porque jamás comprobó qué hizo con el dinero. Decía haberlo perdido, pero no mostró operaciones ni justificó sus movimientos”, expresó a ese medio Fernando Madeo Facente, abogado de las víctimas, quien también aseguró que intentaron negociar con Ilincheta para recuperar al menos el capital, sin éxito.
La investigación busca determinar el destino del dinero y si el acusado realizaba operaciones financieras autorizadas. Según las primeras averiguaciones, no se trata de una estafa piramidal clásica, ya que Ilincheta no alentaba a sus amigos a sumar nuevos inversores ni ofrecía cursos. El dinero era transferido directamente a su billetera de Binance, y durante un tiempo presentaba supuestos rendimientos mediante capturas de pantalla.