Un joven de 21 años quedó preso acusado de robar y asesinar a golpes a un hombre de 34 hace un mes en una casa de Virreyes, partido de San Fernando, y la clave de la detención fue que el sospechoso regresó al local donde había vendido el teléfono de la víctima.
La detención fue concretada el lunes por efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro y de las SubDDI de San Fernando tras montar un operativo en las inmediaciones a un local comercial ubicado en calle Melvin Jones al 5200 de José C. Paz.
Ese comercio estaba bajo vigilancia permanente porque la investigación ya había establecido que allí el sospechoso había vendido el teléfono celular sustraído a la víctima.
Las fuentes precisaron que, al momento de ser aprehendido, el imputado tenía además entre sus pertenencias una tarjeta SUBE que lo vincularía al homicidio.
Tras ello, los policías allanaron de urgencia el domicilio del acusado por pedido del fiscal Sergio Szyldergemejn, a cargo de la fiscalía del Área Criminal de San Fernando, y procedieron a secuestrar la totalidad de las prendas de vestir que el asesino habría utilizado el día del hecho (una campera colorida y una gorra azul), como así distintas pertenencias que se investiga si fueron sustraídas a la víctima.
El hecho por el que era buscado el sospechoso ocurrió el 23 de abril último, cuando Jonathan Emanuel Tanachwicz (34) fue hallado alrededor de las dos, atado y asesinado a golpes en una casa ubicada en avenida Avellaneda al 4400.
Un amigo de la víctima llegó a la vivienda en la que vivían ambos y en la habitación encontró el cuerpo boca abajo sobre un charco de sangre. Tras llamar al 911, rápidamente arribó al lugar personal de la comisaría 4° que está ubicada a unas cuatro cuadras del inmueble y constató que Tanachwicz tenía una sábana alrededor del cuello y de la cabeza y tenía sus muñecas atadas.
La autopsia determinó que el hombre fue asesinado producto de golpes con un objeto contundente que le provocaron fractura de cráneo, entre otras lesiones.
Una prueba clave para la investigación encabezada por el fiscal Szyldergemejn fue que el asesino quedó filmado entrando y saliendo de la vivienda donde se cometió el crimen y luego subiendo a un transporte público, pero en ese momento no se tenía ningún dato sobre su posible identidad.
El celular marca Samsung que el asesino le había robado a la víctima fue una pieza clave para lograr llegar al imputado, ya que a pocos días del crimen se determinó que ese aparato estaba en uso, fue rastreado y se pudo establecer que había sido vendido por el joven buscado en el local de José C. Paz.
Cuando el lunes el fiscal y los detectives de la DDI se disponían a allanar el local, el apuntado por el asesinato apareció merodeando la zona y, al ser reconocido por su fisonomía, fue arrestado y luego allanada su vivienda en el barrio Lamas de José C. Paz, donde se secuestraron los elementos que lo incriminan.
El sujeto fue indagado este martes en las fiscalías de San Fernando, donde se negó a declarar y quedó imputado por "robo y homicidio agravado criminis causa", es decir, matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad, delito que prevé prisión perpetua.
