QuePasa realizó una entrevista exclusiva al equipo de género del Instituto Abierto para el Desarrollo y Estudio de Políticas Públicas (IADEPP), a cargo de Florencia Tufró y Mariana Carroli, relacionada a la violencia en los noviazgos adolescentes, la violencia de género, y la comunicación de estas problemáticas a través de la campaña #QueOnda.
La Campaña fue realizada por Organización de la Naciones Unidas (ONU) Argentina, la Fundación Avon y Asociación Civil Trama, y está destinada a adolescentes y jóvenes para concientizar y prevenir situaciones de malos tratos en los noviazgos. Consiste en la difusión, en redes sociales, de mensajes y piezas gráficas y audiovisuales que presentan situaciones de malos tratos, generalmente naturalizadas. Esta iniciativa es impulsada en el marco de una campaña mundial lanzada en 2008 por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, llamada “ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres”. Para desarrollar el contenido de las piezas audiovisuales, las instituciones realizaron dos talleres con adolescentes y jóvenes, un relevamiento de otras campañas sobre la temática abordada y se consultaron las conclusiones de la investigación Jóvenes, relaciones de pareja y malos tratos en el noviazgo, realizada para Trama y IADEPP. El IADEPP acompañó e impulsó la campaña #QueOnda desde San Isidro. El mensaje principal de la campaña es “El amor te hace bien. Si no, es otra cosa”.
¿Cuáles son los ejes fundamentales sobre los que ronda esta problemática?
El contenido de las piezas audiovisuales fue desarrollado conjuntamente por las instituciones organizadoras y la Asociación Civil Trama, quienes se especializan en el desarrollo de estrategias de comunicación con perspectiva de género. Para ello, como dijimos recién, se realizaron dos talleres con adolescentes y jóvenes, y relevamientos de otras campañas. Se abordan diversos temas principales como por ejemplo: celos y control, descalificación, humillación, indiferencia y presión sexual.
¿Cuáles son los niveles de violencia en una relación?
A lo largo de la investigación, hablamos de una pirámide del Malos Tratos, que tiene 3 niveles. En la base, donde se encuentra el primer nivel (que es mayoritario), es donde los celos y el control predominan; esto lo sufren varones y mujeres y está muy extendido, y quizás es el más invisibilizado. En un segundo nivel, no sólo los celos y el control son los protagonistas de las relaciones sino también la descalificación, la humillación, y la indiferencia. Acá lo ejercen fundamentalmente los varones sobre las mujeres. En la cúspide de la pirámide, lo que denominamos el tercer nivel de maltrato, se suman el acoso, la manipulación, y las agresiones físicas y sexuales. Nuevamente podemos decir que son ejercidas en mayor medida de varones hacia mujeres.
¿Por qué este tipo de violencia está tan generalizada?
Para entender los diversos tipos de violencia, debemos comprender a la misma enmarcada en un contexto social e histórico, que denominamos patriarcado. La violencia hacia las mujeres es de origen cultural, y se fundamenta, por ejemplo, en el control de sus cuerpos. Uno de los puntos centrales de la investigación Jóvenes…, fue desnaturalizar la violencia psicológica, para prevenir y erradicar la violencia de género.
¿Cómo afecta el aumento del uso de la tecnología y las redes sociales en las relaciones juveniles?
Si bien la investigación no se centró en las redes sociales, lo que sí pudimos analizar es que, a través de ellas, muchas veces se ejerce un control mucho más efectivo e inmediato. En los grupos de discusión que hicimos con adolescentes, surgía reiteradamente como utilizaban las redes sociales y la tecnología para controlar a sus parejas, tanto mujeres como varones: para saber dónde están, con quiénes, a qué hora llegaron o se retiraron de algún lugar. Lo que la tecnología aporta en estas situaciones, es una posibilidad de control más eficaz. El control, los celos, entre otros, ahora pueden estar cristalizados en relación a cuántos Me Gusta tenga una imagen, o a quién un joven acepta como amigo en su red social.
¿Aumenta este tipo de violencia?
Es imposible saber si aumenta la violencia en el noviazgo o no, porque como en el resto de las situaciones vinculadas con la violencia de género, no hay información confiable ni estadísticas oficiales que puedan cuantificar la problemática. Lo que si podemos decir, es que es una situación mucho más visible, aparece más en los medios, y el hecho de que haya habido en los últimos años varios casos de femicidios adolescentes, puso al tema en el centro de la escena, y sensibilizó a miles de personas, que se manifestaron el 3 de junio en la marcha del #NiUnaMenos.
¿Cuánto de esta problemática es causa de los paradigmas que arrastran los adultos?
Como charlamos anteriormente, los jóvenes manejan y generan sus propios códigos, pero ellos deben ser comprendidos en un determinado contexto socio cultural, donde se siguen reproduciendo los paradigmas aprehendidos implícitamente que vienen de generaciones anteriores. Sin embargo, evitando hacer una mirada “adultocéntrica” de la problemática, insistimos que hay que recorrer e indagar cómo ven, sienten y analizan los jóvenes sus propias problemáticas, recoger sus ideas y ponerlas en movimientos y no caer en la trampa de “hacer hablar a los jóvenes, a través de la voz de los adultos”.
En ese sentido, ¿cómo puede despegarse la juventud de los mandatos sociales?
Creemos que visibilizando estos temas, trabajándolos y reflexionando sobre sus prácticas. Debe haber espacios donde la palabra de los jóvenes sea habilitada, donde puedan charlar sobre estos temas. Además, los adultos deben hacer cumplir los marcos normativos para que los jóvenes tengan y se desarrollen en sociedades más igualitarias, donde la perspectiva de género y los Derechos Humanos sean el paraguas de acción.
¿Cómo operan los celos en las relaciones juveniles?
Los celos, en general, en las parejas de adolescentes, son percibidos como una forma de demostrar “amor”, y es algo muy frecuente en sus relaciones. En este sentido, como resultado de nuestro trabajo con jóvenes, pudimos ver que tanto varones como mujeres aceptan celar a sus parejas. Sin embargo, cuando se indaga más profundamente los motivos, son diferentes en las mujeres y los varones. Las mujeres, en general celan por miedo a perder la pareja, a que se vaya con otra, a quedarse solas, mientras que los varones celan porque creen que tienen la “propiedad” de su pareja, y esto les da el derecho a saber todo lo que hacen, a decidir con quien se pueden juntar o no, que ropa deben ponerse, etc. Es decir, que en los varones lo que se juega en los celos, es su poder frente a su pareja.
A veces los celos suelen adquirir un carácter de valor en la relación: "si me cela es porque me quiere". ¿A qué creés que responde esa actitud?
Hay una idea que atraviesa nuestra investigación y está relacionada, como hice mención anteriormente, a la idea del “Amor romántico”. Esta idea de que existe en el mundo una persona, que es “mi otra mitad”, que “me completa”… es decir, sin ella no soy. Estas ideas, de lo incompleto de una persona, muchas veces y de forma no explicita, van formando a la persona en la idea de que si uno encuentra a una persona que la ama, debe seguir con ella, muchas veces, más allá de lo que pasa. Y esto, en algunos casos, puede ser dañino para la persona. Otra de las ideas vinculadas a la situación de los celos, es que en realidad lo hace “porque me cuida”, y eso es sinónimo de amor, sin percibir que los celos y el control, afectan directamente a la autonomía de la persona y a su posibilidad de elegir libremente
¿El amor romántico siempre deriva en violencia?
El amor romántico, aún hoy es sustentado por mitos como por ejemplo: “El amor lo puede todo”, “Se haría cualquier cosa por la persona amada”, o “El amor verdadero es incondicional”, o “El verdadero amor dura para siempre”. A través ellos, se sustentan en los valores tradicionales de género, que implican, históricamente la desigualdad en varones y mujeres. En esta línea, muchas mujeres que fueron víctimas de violencia de género, cuando se hace un recorrido de sus relaciones, al inicio, padecieron malos tratos, pero sustentados en estos mitos los naturalizaron como una “forma de ser de la pareja”, o “esto siempre sucede”, “ya va a cambiar”. Por eso, el interés de trabajar sobre esta idea del amor romántico, que pudimos ver cómo se puso en juego en la investigación, a través de los dichos de los jóvenes. Como mencionamos antes, este tipo de violencia se denomina de baja intensidad. No todas las relaciones de este tipo derivan en situaciones más graves, vinculadas con la violencia física, psicológica o sexual. Lo que sí se puede decir, a partir de los relatos de miles de mujeres víctimas de estos tipos de maltrato, es que los mismos comenzaron de manera sutil, con los celos y el control, que no eran percibidos por ellas como situaciones problemáticas, y que se fue incrementando, hasta llegar a situaciones de mucha más gravedad.
En el informe se menciona como un hecho de violencia de género asociada a la mujer, pero ¿cuánto de esta violencia invisibilizada tiene a los hombres como víctima?
Creemos que los malos tratos se dan entre varones y mujeres, y muchas veces ellos son los destinatarios de los mismos. Sin embargo, y según registros de la ONG “La Casa del Encuentro”, que es uno de los pocos datos a los que podemos recurrir, las que mueren a causa de la violencia de género, son las mujeres; 1 cada 30 horas. Por otro lado, en las pocas estadísticas disponibles que hay, acá y en el resto del mundo, nos muestran que entre el 80% y el 90% son mujeres, niños o niñas.
¿Este tipo de violencia responde a una clase social determinada? ¿Cómo se da en San Isidro?
Creemos que la violencia de género atraviesa las clases sociales, porque estamos hablando de un problema cultural, histórico. En ese sentido, San Isidro no es diferente a cualquier otro lugar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Naciones Unidas sostiene que una de cada cuatro mujeres sufre o sufrió violencia por parte de su pareja o expareja, y este número es similar en todas las clases sociales en todos los países.
¿Cuál fue la respuesta de los jóvenes encuestados en el distrito?
Su respuesta fue muy buena, en tanto accedieron de forma gustosa a responder sobre el tema. En general son temas que no se abordan en la escuela, y muchas veces en las familias tampoco, y de las encuestas y entrevistas surge, como una demanda de los y las jóvenes, espacios para que puedan discutir estos temas, y se escuchen sus opiniones y vivencias, y no sea sólo un taller en dónde se les baje línea de lo que hay o no hay que hacer.
¿Piensan hacer este relevamiento en otras zonas de la región norte?
En el estudio que hicimos recogimos opiniones de jóvenes de 12 provincias, y en general, las respuestas fueron parecidas en todo el país. En ese sentido, creemos que a partir de los datos obtenidos, lo que sigue ahora es el trabajo más directo y territorial, con los jóvenes directamente y con quienes están en contacto cotidianamente con ellos (docentes, grupos de orientación, entrenadores, coordinadores de grupos, etc).
El área de género de IADEPP realizará en septiembre la cuarta actividad enmarcada en la Agenda de Género 2015, junto al Concejo Deliberante de San Isidro y al Colegio de Psicólogos de la provincia de Buenos Aires, en la que se abordará el tema "Mujeres y participación política".