San Martín de fiesta. Chacarita le ganó 3 a 1 a Nueva Chicago luego de empezar perdiendo casi al minuto. Lo empató en el primer tiempo y lo dio vuelta en el final. El próximo compromiso del Funebrero será en Mendoza frente a Deportivo Maipú.
Pese al colorido recibimiento de su gente que se acercó en gran número al estadio, el comienzo de Chaca no fue el esperado: una pelota llovida que comandó José Luis Fernández cuando apenas promediaban 4 minutos puso en ventaja a los de Mataderos.
El Funebrero sintió el golpe y tuvo unos minutos en "estado de shock", en los que Chicago pudo haber estirado el marcador: una muy clara fue un cabezazo de Agustín Maziero que se fue apenas por encima del arco defendido por Federico Losas.
Pero Chacarita de a poco empezó a torcer el esquivo arranque. El tándem Santiago Godoy - Ricardo Blanco resultó clave para la mejora del Tricolor. Y así fue cómo el local alcanzó el empate. El ex Racing meredeó por el área y, cuando quedaba en posición de gol, fue derribado por un hombre del Verdinegro. El árbitro no dudó y marcó penal.
Fue Blanco el que se hizo cargo de la pena máxima y con un disparo a la izquierda del ex Chaca, César Taborda, igualó el match en uno, y desató el delirio de todo San Martín.
Lo que quedó de la primera etapa fue más fricción que juego asociado. Apenas dos ocasiones claras se pudieron contabilizar. Por el lado de Chicago, un cabezazo certero de su mediocampista Maximiliano Correa que detuvo Losas en dos tiempos, mientras que por el lado del Funebrero un fuerte remate de Mauricio Tévez que pasó muy cerca del arco.
Para el complemento Pablo Centrone empezó a mover las piezas y mandó a la cancha a Juan Cruz González en lugar de Hernán Fredes. A los 20 hicieron lo propio Ignacio Russo y José Méndez por Tévez y Nicolás González, el Chino.
El que tenía claramente la iniciativa para ganarlo era Chaca, más cuando el Verdinegro se quedó con uno menos por la expulsión de Rodrigo Ayala.
Sin embargo, Chacarita nació para sufrir y el gol, como era de prever, llegó sobre el final, a través de Godoy, el hombre del partido, que tras estar mano a mano con Taborda envió el balón al fondo de la red.
Y el tercero vino por medio del ingresado Enzo Hoyos. Un golazo para sellar el delirio de todo San Martín.
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