Tragedia en un barrio privado de zona norte: un adolescente se ahogó en un lago y la familia deberá ser indemnizada por el country

Cristian Ravena, de 16 años, murió en 2010 tras ser succionado por un sistema hidráulico mientras nadaba. Quince años después, la Justicia confirmó una indemnización para su familia por fallas en la seguridad.

La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó la condena a dos empresas vinculadas al barrio privado Lago Manzanares Norte, en Pilar, por la muerte de Cristian Ravena, un adolescente de 16 años que perdió la vida el 6 de febrero de 2010 mientras nadaba en el lago del complejo. Las firmas deberán indemnizar a la madre de la víctima con $6.712.960 más intereses.

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El hecho ocurrió cuando Ravena y un grupo de amigos ingresaron al predio para pasar la tarde pescando y acampando. Según consta en la causa, no había guardias ni carteles que advirtieran sobre el peligro de bañarse en el lugar. El alambrado perimetral estaba en mal estado o directamente ausente, lo que permitía el ingreso de personas ajenas al country.

Mientras nadaba, el joven fue succionado por un sistema hidráulico utilizado para nivelar el lago, cuyo mecanismo estaba oculto bajo el agua. Peritajes técnicos determinaron que el dispositivo provocaba un “salto hidráulico”, una corriente con torbellino capaz de arrastrar a una persona. Su cuerpo fue hallado dos días después en el arroyo Las Flores, a 20 metros del puente que conecta el lago con el río Luján.

En el mismo lugar, y en circunstancias similares, murió otro menor el 25 de diciembre de ese mismo año.

El juez de primera instancia, Julio Ríos Becker, determinó que el lago tenía un peligro intrínseco potenciado por la falta de mantenimiento y señalización, y que la administración y la propietaria del predio incumplieron el deber de prevención. Las empresas apelaron la sentencia, alegando que la víctima ingresó sin autorización y que existían cercos y carteles de advertencia, pero la Cámara rechazó el planteo.

El tribunal sostuvo que, aunque se tratara de un barrio privado, sus autoridades no estaban eximidas de garantizar la seguridad y advertir sobre los riesgos. Consideró acreditada la relación directa entre el sistema hidráulico y el desenlace fatal.