La noche del 31 de marzo de 2016, en el cruce del canal vinculación con el río Luján, en el delta del Tigre, la lancha donde viajaban Manuel Storani, de 14 años, hijo del dirigente radical Federico Storani, María de los Ángeles Bruzzone (madre de Manuel) y Francisco Javier Gotti, fue embestida por la embarcación conducida por Pablo Torres Lacal. En el trágico choque fallecieron Manuel, su madre y Gotti.
Tres años después del hecho, al que Federico Storani no califica como accidente "porque ocurrió por la irresponsabilidad de una persona totalmente intoxicada" la causa aún espera la elevación a juicio oral con la imputación de Torres Lacal, quien podría enfrentar una condena de hasta 25 años de prisión, si prospera el pedido que realizó la fiscalía que lo acusara de triple homicidio con dolo eventual. El Juzgado de Garantías nro. 5 de Tigre deberá confirmar la elevación a juicio y definir si se realizará ante el tribunal oral o por jurado. Desde la fiscalía adelantaron a La Nación que pedirán un juicio por jurado.
"Pienso que hay negligencia o existe una connivencia porque conozco cuál es la función de un juez de garantías que no debe hacer otra cosa que analizar el trabajo del fiscal y elevar a juicio" sostuvo Storani qué se pregunta cuáles son los motivos de la demora en la causa.
“La vida me cambió para mal. El triple homicida que mató a Manuel, a su mamá y a otra persona que iba en la lancha que él mismo conducía, estaba en condiciones de intoxicación y muchas otras cosas. Bajó una lancha a las 11 de la noche, cuando Manuel y su mamá volvían de un festejo de un cumpleaños, y prácticamente los pasó por encima, tanto es así que la lancha siguió marchando cincuenta metros sobre la tierra, estaba la palanca de velocidad al máximo” expresó Storani a Crónica.
Lamentablemente, después de la muerte de Storani, no han sido pocos los hechos con características similares en el delta. La imprudencia y la falta de controles han cobrado varias víctimas fatales mas en estos 3 años.
