Los acusados serían estudiantes del colegio San Andrés de Olivos; el padre de la víctima afirmó que a su hija la llevaron a un departamento de Palermo, donde la sometieron.
La Justicia investiga a un grupo jóvenes que fueron acusados de haber abusado sexualmente de una chica de 16 años. El caso tiene a tres adolescentes imputados. A ellos podrían sumarse otros dos después de la feria judicial. Parte del grupo de chicos señalados como abusadores son estudiantes del colegio San Andrés, un reconocido establecimiento de Olivos, en el partido de Vicente López, como así también la víctima del hecho.
Según informaron fuentes judiciales, el hecho ocurrió el 3 de abril pasado en un departamento situado en avenida del Libertador y Maure, donde un grupo de alumnos y ex estudiantes del colegio San Andrés, realizó una fiesta y convocó a algunas alumnas del tradicional establecimiento.
La investigación se realiza en el Juzgado de Menores N° 1 y la causa está a cargo del fiscal de menores Daniel Togni, después de que el padre de la víctima hiciera la denuncia en la comisaría N° 31 de la Policía Federal, con jurisdicción en el edificio donde ocurrió el ataque, en avenida del Libertador al 4700, en el barrio porteño de Palermo.
Según consta en la denuncia policial, el hecho ocurrió en la madrugada del 3 de abril pasado en un departamento del 2° piso del edificio de Libertador, donde vive uno de los imputados, al que la víctima y una amiga llegaron con otro grupo de jóvenes desde un pub de Acassuso.
"Mi hija recordó que entró en una habitación con cinco chicos, que le taparon la nariz y que la obligaron a consumir alcohol. Le metieron tequila por la boca. Me habló de que le dieron una pastilla, pero no se pudo encontrar ningún resto en el examen toxicológico que le hicieron", relató el padre de la joven a C5N.
A partir de la reconstrucción del hecho realizada por el padre de la víctima, se determinó que el 3 de abril a la noche dejó a su hija en la casa de una compañera del colegio en Martínez, debido a que planeaban ir a tomar algo, pero con la condición de que regresarían antes de la medianoche.
"A la mañana siguiente, me llamó la madre de la amiga de mi hija y me avisó que la fuera a buscar porque no la podían hacer reaccionar, que le tiraban agua en la cara y no se despertaba. Entonces, la llevé al Sanatorio de la Trinidad, donde la atendieron y siguieron el protocolo que se aplica para los casos de abuso. Fue así porque una de las amigas de mi hija me relató lo que les habían hecho", recordó el padre de la adolescente.
El calvario del padre de la víctima siguió. Tuvo que llevar las muestras de sangre al hospital Posadas para que fueran sometidas a análisis porque la Justicia sólo toma en cuenta los estudios realizados en hospitales públicos, y en la Comisaría de la Mujer de la policía bonaerense no le quisieron tomar la denuncia porque el hecho había ocurrido en la Capital Federal.
"Tuve que hacer otra denuncia en la comisaría 31ª debido a que había tres mayores y dos menores entre los acusados. Al principio, el caso quedó en el Juzgado de Instrucción N° 21. Así fue que el expediente estuvo paralizado 45 días por cuestiones burocráticas, hasta que se hizo cargo el fiscal Togni y ordenó allanar el departamento", recordó el padre de la víctima.
"Las chicas se quisieron ir, pero los varones le secuestraron la ropa y el celular. En un momento, uno de los agresores salió del dormitorio donde estaban encerrados y le dijo a las amigas: ‘Esto le pasó porque no quiso hacer lo que le pedimos que hiciera’", concluyó el padre de la adolescente.
Fuente: La Nación